lunes, 30 de junio de 2008

Visca Espania!!!!

La selección Española ha ganado la copa de Europa. Y la población se ha vuelto muy patriota. Mi no comprender. No comprendo cómo han podido vender tan bien un espectáculo que apesta. A mí, sólo ver tantas banderas y adoradores de símbolos patrios me repugna. Me parece raro y estúpido el sentirse identificado con un grupo de niños pijos podridos de dinero cuyo mayor logro es jugar al football. Y luego están todas esas banderas rojas y amarillas que no sabe uno lo que representan ¿al Rey? ¿al Gobierno? ¿a los once niños? ¿al partido en el poder? ¿a los fachas?... ¿a los que pagamos impuestos en el Estado Español? Me ponen muy nervioso las banderas, los símbolos de culto en general, albergan conceptos abstractos y ambiguos, fácilmente manipulables con exhibiciones tan banales como un partido de fútbol, o alguna frase estúpida por la tv o la radio.

“¡Todos los españoles apoyamos a la selección! Y el que no razone de esa manera, obviamente, no es Español” Esta afirmación, absurda en sí misma, absurda para más gente en cuanto acabe esta fiebre footbolera. Negarla te puede costar incluso la vida (en un bar), o que te tachen de loco y antisocial (en entornos menos “instintivos”).

Bien, la selección ha ganado y yo no percibo ningún beneficio social. Mis impuestos serán los mismos, o incluso más: Porque esa gente no viaja en clase turista, ni duerme en sitios que no sean lo suficientemente caros.

Yo no tengo nada en contra del deporte del balón-pie, pero creo que lo de menos es el deporte, y sí mucha publicidad, comercio, política, caramelos para mantener entretenida a la masa, para crear Nación, para matar la conciencia social, para crear sentimiento de unión en una España que no tiene porqué existir más allá de la recaudación y administración de los impuestos.

Tampoco tengo nada en contra de los Estados, es una forma de organizar la riqueza como otra cualquiera. Lo que me repatea es que utilicen determinados símbolos para apoderarse de la cultura, enfrentar a los pueblos y segregar a la población. Desgraciadamente, esto ocurre allá donde haya banderas, himnos, reyes... Invadir reinos, anexionar territorios... esa es la historia de la humanidad y eso se hace con las armas o, más sutilmente, unificando culturas. Para al final ser un todo Global, mejor y más justo???

5 comentarios:

  1. ...y ahora relee el primer parrafo de lo del concierto de extremoduro... no hay tanta diferencia creo yo, el borreguismo nos permite olvidarnos de nosotros mismos por un rato, como una borrachera pero colectiva, ser parte de un gigantesco ser estúpido... que sí, que tampoco me gustan las banderas porque son fuente de divisiones imaginarias, y que era gracioso que mientras los jugadores leían un comunicado contra el racismo, todos sus seguidores gritaban hijosdeputa sin motivo a cualquiera sólo por haber nacido en otro país... pero oye, a veces no hay que buscarle tantos pies al gato, al fin y al cabo esos niñatos pijos que han ganado no serían tan distintos de cualquiera de nosotros antes de volverse ricos y famosos... creo que algo sí tenemos en común con ellos, queramos o no... y me resisto a creer que la mayoría de los seguidores de futbol sean tipo hooligan "muerte-a-todo-el-que-no-sea-tan-imbecil-como-yo"... que por desgracia es lo que más se ve, y me temo que en madrid más aún...

    ResponderEliminar
  2. Fer, es una persona temeraria que se atreve a contradecirme, cuando Yo! tengo el poder de la Censura.
    Sí, básicamente la diferencia entre el post de Extremo y el de España, es que a mí no me gusta el futbol y sí que me gusta Extremoduro.
    Sentirse parte de un grupo o de una masa es una sensación gratificante para cualquiera que no esté excesivamente enfermo.
    Quizá la mayor diferencia es la escala, mientras que un concierto es un fenómeno de masa, el futbol (la selección) es prácticamente una plaga, es como eso de que si todos los chinos saltasen a la vez que se podría desviar la trayectoria de la tierra, o algo así... Y como el futbol moviliza a tanta gente se utiliza para fines que van más allá de la conciencia de los jugadores y de los propios espectadores. Ya no es el tio que va con su bota de vino y su bocata de salchichón, los domingos, a ver jugar al equipo de su barrio o de su ciudad. Es que, a mí, desde fuera, me da la sensación de que lo de la selección es puro mercantilismo... Pero está claro que se puede ver desde muchos puntos de vista y que sentirse parte de algo, aunque sólo sea por unos días, gusta a cualquiera.
    El futbol da mucho juego, como los toros, aunque no lo siga ni lo conozca todo el mundo tiene una opinión. Y como normalmente se consideran como un juego se pueden tener opiniones distintas.

    ResponderEliminar
  3. es que a veces me pongo a llevar la contraria, me emociono, y acabo llevando la contraria a llevar la contraria y entonces soy un borrego más... mis disculpas por haber comparado a extremo con el futbol, reconozco que ahí me pasé

    ResponderEliminar
  4. Pero se puede ser aún peor porque por llevarte la contraria ahora sería capaz de darte la razón.
    Otra cosa que quería decir es que es cuestión de gustos y los gustos no atienden a razones, a menos que entremos en cuestiones de psicoanálisis y ahí ya se empieza a ver cuanto pesa el azar.
    La música y el futbol son cosas distintas pero, cuando se trata de compartir con los demás, quizá no están tan lejos la una de la otra.
    Cualquier postura es loable, mientras sea una postura y no un sin-pensar.
    Y hablar por hablar es algo que siempre me ha gustado, pero cuando alguien contexta los posts se agredece.
    P.D: en este blog está prohibido pedir disculpas. Porque sin ir más lejos se llama "Locuras sin fundamento", que por cierto lo copié de un título de un libro o diario de "Andrés Trapiello".
    Gracias Fer.

    ResponderEliminar
  5. La madre que me parió por no haber entrado antes a leer despacio tus post y mejor aún los comentarios :-P. Pinedo no dejarás de sorprenderme.

    ResponderEliminar

Coméntame, come-ntame, come-tame, meta-come, me-come, me-me