viernes, 11 de diciembre de 2009

A raíz del Individualismo responsable

Señor Capital:

Entiendo que utilizas el término "individualismo" como la tendencia del ser humano a obrar considerándose a si mismo e ignorando a los demás, y el término "responsable" como la capacidad de tomar las decisiones adecuadas, tras reflexión y evaluación. Desde ese punto de vista, la teoría económica afirma que el común de los mortales (excluyo a los locos y dementes) actúan de forma individual, decidiendo lo que le resulta más conveniente para ellos, a partir de la limitada información que poseen -y sujeto desviaciones cognitivas que le pueden inducir a evaluar incorrectamente-. A pesar de esas limitaciones, el individuo obra siempre responsablemente en busca de su propio interés, por lo que el individualismo responsable, no solo existe, si no que es más general y común que el individualismo irresponsable.

No en vano, y conociéndonos como nos conocemos, entiendo que te refieres a ese tema mucho más farragoso del individualismo socialmente responsable, lo cual, plantea, aparentemente una dicotomía inmediata, no por contradicción entre los términos individualismo y responsable, sino por la contraposición entre individuo y social. En pura teoría, el individuo es socialmente responsable en la medida que es responsable consigo mismo, es decir, es individualista. El problema de la responsabilidad social radica en que el individuo es incapaz de evaluar correctamente el impacto de sus actos y en qué medida debería modularlos para evitarlo, al carecer de una función de coste adecuada que sería, en última instancia, la parte alícuota del coste social que él sufre de forma directa. Dado que carece de información ajustada, se deja llevar por sus desviaciones cognitivas, prefiriendo quizás una uva orgánica cultivada en Galicia a una uva más industrial del Penedés, sin tener en cuenta que el coste del transporte de la uva gallega hasta Barcelona, supone mayor coste social, con lo que un comportamiento aparentemente responsable desde un punto de vista social no lo es realmente. ¿Por qué? Porque el ser humano, seamos sinceros, solo puede soñar con tomar decisiones cercanas al óptimo, cuando actúa de forma individualista, evaluando su propia utilidad y el coste. En la medida en que el coste social se repercuta en el coste percibido, el individualismo del ser humano será socialmente responsable.


Señor Anarquía:

Entiendo por individualismo el comportamiento del hombre en beneficio de su propio interés individual o de sus seres más cercanos (ahí estamos bastante cerca)
La definición de responsable sería algo más compleja porque para ser responsable hay que serlo respecto a algún fin, principio, ley, ideal... , bien sea el principio de individualismo, el modelo económico, el beneficio de la sociedad ...
Cuando me referí al "Individualismo responsable" estaba pensando concretamente en el ideal individualista que impera en las sociedades modernas y democráticas del primer mundo y que se ve claramente reflejado en su modelo económico capitalista, donde buscar el beneficio de uno mismo genera riqueza y esa riqueza no es sólo buena para ti sino que también lo es para el resto del sistema. Con lo que nuestro papel y nuestro referente moral y ético dentro de la sociedad sería el de un producto que se autogestiona y, en base a su interés individual, toma decisiones responsables que le resultan beneficiosas.
Increíble, pero cierto: me estaba refiriendo a ese individualismo responsable de la teoría económica.

Hasta aquí todo es bonito, el problema es que el individualismo responsable no es aplicable al conjunto del planeta. Ya que a la vez que resulta provechoso en los individuos productivos del primer mundo (los cuales tienen sus necesidades básicas cubiertas) ignora los problemas que genera a su alrededor, hasta que no le afectan directamente. Por tanto, permite que a su alrededor crezcan (incluso me atrevería a decir que instiga) la miseria, marginación, guerras, contaminación, movimientos sociales opuestos...
Porque la responsabilidad (la del individualismo responsable) es responsabilidad democrática: y, cuando el individualismo no avanza en la misma dirección que el de la moyoría, resulta que se es un marginado, un proscrito, una anomalía que se deja fuera del Sistema. Por tanto, sólo se puede ser individualista dentro del ámbito de la mayoría, con lo que quedaría en entredicho el concepto mismo de individualismo. Ser responsable con tu individualismo podría llevarte fuera del Sistema, al igual que te llevaría el ser responsable con el conjunto de la sociedad (global-mundial). Y, al final, la conclusión sería que el individualismo responsable es sólo el modelo de vida válido y deseable en el actual momento histórico -y en nuestra pequeña porción de planeta-, además de una perfecta escusa para no sacar la cabeza fuera y mantenernos ocupados, sin necesidad de preocuparnos por los grandes ideales humanistas y sin ningún remordimiento porque el individuo sólo es culpable de sus actos individuales.

Estoy de acuerdo en que tomar decisiones socialmente responsables es más difícil que tomar decisiones individualmente responsables (nunca se dispone de toda la información, menos cuanto más abarcas) probablemente en ninguno de los dos casos dichas decisiones serán óptimas. Yo creo que sería posible una forma de vida socialmente responsable, aun implicando sacrificar el interés individual. Sólo hay que....


Señor Capital:

En verdad te digo que tienes más razón que un santo.

Como en otras muchas ocasiones, coincidimos completamente al detectar el problema aunque nos desviamos en el diagnóstico y nos confrontamos, por tanto, en la solución.

En realidad, no es cierto que el modelo capitalista cree miseria a su alrededor por lo que tiene de liberal, sino que lo hace por lo que le falta. Y es que ser liberal y fomentar el libre comercio es muy fácil de palabra, aunque difícil de acto.

De acto, es mucho más sencillo el proteccionismo, porque además resulta más evidente y autodemostrativo (aunque nuestro primer razonamiento nos engañe, una vez más). La verdad es que se hace uso de un elemento externo al mecanismo de mercado, la fuerza (ya sea militar, política y económica) para favorecer el status quo.

La miseria, a nivel mundial, la crean este tipo de comportamientos que coartan la libertad para comprar y vender, la libertad para trabajar o la libertad para instalar una empresa en cualquier lugar del mundo.

La experiencia demuestra que el dinero, dejado en libertad, fluye de las regiones más ricas a las más pobres. Lamentablemente, muchas veces ese dinero acaba en manos de los poderosos de los países del tercer mundo donde, una vez más, ni existe libertad, ni existe, propiamente dicho, capitalismo. Y es que la democracia y la libertad humana son condición indispensable para el desarrollo económico justo y verdadero. Son en realidad dos caras de la misma moneda, pues limita la capacidad del poderoso a imponerse libremente al débil y favorece una relación económica 'algo más equilibrada', permitiendo hacer valer sus cartas.

No olvidemos, sin embargo, que el progreso económico, como demuestra la experiencia, es algo que fluye de forma lenta. Las sociedades mejoran económicamente de generación en generación y no de año en año.

Por tanto, en mi opinión, lo que realmente necesita este planeta es más libertad y más democracia, para permitir que más y más gente pueda actuar de forma individualista.

Podría estar de acuerdo contigo en el planteamiento de que, a veces, merece la pena sacrificar el interés individual en favor el interés social. El problema de eso es, como siempre, que no es posible decidir cómo, ni  qué, ha de hacerse y, por tanto, siempre nos alejaría del óptimo social, en lugar de acercarnos.

Es, por otra parte, pretender socializar a un tiburón. Tendemos a pensar que como somos seres racionales, tenemos pleno control de nuestra naturaleza y de la naturaleza de las instituciones sociales que creamos, como el mercado o la economía. En realidad nos equivocamos en ambas. El hombre es como es por naturaleza, racional, sí, pero egoísta desde que el primer nómada decidió establecerse, cultivar, cercar su finca y decir: "esto es mío". Y es que, en última instancia, la propiedad privada es el ingrediente primero de nuestra libertad individual. Allá donde no haya propiedad privada no puede haber libertad, por que sin ella eres un siervo, un mantenido o un esclavo. Y el mercado es el resultado caótico del conjunto de interrelaciones personales diarias y cotidianas llevadas a cabo por 6.000 millones de personas en todo momento.

No quiero dejar pasar la ocasión de señalar que muchos de los problemas que aquejan a nuestra sociedad también se deben al estado del bienestar. Generación tras generación, en los países del primer mundo, hemos construido una burbuja estatal que creemos nos protege de todo mal. Hemos construido una superniñera que vela por nosotros día y noche. Le hemos entregado parte de nuestra libertad, a cambio de algo de seguridad y comodidad. Y eso nos lleva a ver una sociedad dormida, aletargada, que va de casa al curro y del curro a casa, solo preocupada por la hipoteca, las vacaciones, el coche y con qué coño va a pasar con la TDT, a ver si al final me quedo sin fútbol.

Vivimos en un estado acostumbrado a asumir por nosotros los costes sociales, en vez de dejar que estos se abran paso hasta nosotros, hasta que, de repente, el muro no puede más y se nos viene todo encima. Fomentamos industrias locales ruinosas para evitar el mal trago de despedir a 5.000 mediante subvenciones, créditos y demás, hasta que, al final, el espejismo se desvanece. Los 5.000 se van a la calle tras años perdidos que deberían haber sido utilizados en buscar alternativas e invertir en el futuro, en vez de mantener vivo el pasado.

Y es que, en mi opinión, es posible ser individualista y pensar en los demás a la vez. Tan solo hay que educarnos en el pensamiento de que nosotros también somos los demás y que, por tanto, una parte de ese coste que asumen los demás, lo asumimos nosotros también. No hay más que ser inteligente, procurar que los costes lleguen a la gente y dejar que decidan. Esa es la manera de tomar decisiones socialmente responsables, cualquier otra, es jugar a adivino o a leer los posos del café.

Ya sabemos que el capitalismo no es perfecto, es más, es enormemente imperfecto (a la espera de que inventen algo mejor). Sin embargo, muchas veces nos equivocamos al identificar que elementos del mix estado-mercado, libertad-proteccionismo son los que causan la avería. Porque es cierto que el capitalismo se vende como liberalismo y bla bla bla. Pero eso es solo cuando le favorece a los poderosos. Cuando no, entonces es proteccionista y maquiavélico.

Pero no nos engañemos. desde el principio de los tiempos, los sistemas políticos y económicos se construyen para favorecer al poder, incluido los marxismos y socialismos de todo tipo.

Lo que pasa es que el binomio capitalismo-democracia nos juega una mala pasada porque, en cierta medida, nos deja ver las miserias y desgracias que otros regímenes ocultan con eficacia. Si no el discurso del cubano de turno criticando la miseria del sistema médico americano.


Señor Anarquía:

En verdad, comparto contigo la mayoría de ideas. Sin embargo, mi visión global no es tanto económica como moral.

Es cierto que el capitalismo puro y duro no es perfecto, porque para su funcionamiento requiere un individualismo responsable y el ser humano no es ni individualista, ni responsable, más bien es gregario y, a menudo, irresponsable.
En cuanto a los Estados, seguramente son aún peor que el capitalismo, al menos el fin último del capitalismo es generar beneficio económico, mientras que los Estados se mueven por afán de poder y control, metiendo sus enormes narices en sitios donde nadie les llama, utilizando todo el poder que los ciudadanos depositamos en ellos.

Por tanto, tenemos un sistema económico (capitalismo), que se encargaría de administrar el excedente, y un Estado para defendernos de nuestra irracionalidad y garantizar los servicios que el capitalismo no es capaz de cubrir. Todo esto, para alcanzar un estado de mayor bienestar y, quizá, el que algún día todos seamos ociosos, libres, felices y podamos dedicarnos a discutir sobre política, economía, moral, cultivos de patatas... vamos, que no habrá trabajo sucio.

Lo que yo creo es que, ni el Capitalismo, ni los Estados, están cumpliendo con su función, y no me refiero sólo a la miseria del tercer mundo, sino que, de alguna manera, atentan contra la propia población que los sostiene. Quizá el hombre está condenado a padecer siempre miseria, a estar siempre en constante lucha. Quizá hemos confiado demasiado en instituciones que nos han venido dadas desde tiempos inmemoriales y se han hecho tan grandes y poderosas que nada las puede controlar. Al final todo queda atado y bien atado: cada uno al lugar que le toca, consumiendo cosas que no necesita, absorbiendo datos que no ha pedido y sin salida del sistema, porque el sistema lo invade todo. Todo esto, conduce a un estado de aletargamiento, de pasividad ante el estado de los demás o de absorción por el trabajo, sin fin aparente. Quizá por eso hoy los grandes males de la sociedad se llaman depresión, estrés... Si ya tenemos nuestras necesidades básicas más que cubiertas ¿Porqué somos incapaces de preocuparnos por el resto de individuos del planeta?

Hoy, curiosamente, ha salido una noticia en el telediario de la 2 de un economista hablando de su teoría económica "El capitalismo con corazón" (http://themonfortplan.com) que, para mí, tiene mucho que ver con el individualismo responsable.

Dejar que las cosas vayan bien, confiando en la buena voluntad de las personas, es cuestión difícil, más en los tiempos que corren, donde interactúan multitud de culturas que parten de condiciones económicas y sociales muy distintas. No existe un modelo de buena conducta global, porque está claro que los derechos humanos no se respetan y no hablemos ya del medio ambiente. Yendo aún más lejos, me atrevería a decir que no existe un modelo de buena conducta particular para occidente, donde la moral dominante es la que se ha desarrollado en torno al capitalismo y al consumo de masas: todo vale para obtener beneficios y, aunque no todo valga, todo se mide en beneficio económico y, si no tiene valor en dinero, es que realmente no tiene valor. Todos los días saltan casos de corrupción en los medios, personas que nunca devuelven el dinero, que no sienten culpa y que, a menudo, escapan de la justicia, quizá no sólo porque la justicia también tiene un precio, sino porque la sociedad no tiene autoridad moral para decir - "Yo en su lugar no hubiese actuado así".

Realmente el capitalismo no me parece mal modelo, lo que hecho en falta es un modelo de conducta, que no tiene porqué ser una ley inquebrantable, las leyes ya están y son claras, aunque haya quien se las pase por el forro. Una especie de religión, un ideal, algo que poder mostrar con orgullo al resto de la humanidad sin que tenga un valor monetario.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Monumental, corrida


Hoy he ido a los toros. A la Monumental de Barcelona. Ha sido una buena corrida. ¡Qué diferencia con las que se ven en el pueblo! ¡Cuánto Arte! Uno ni se preocupa de si el animal sufre o no ¿Acaso puede esperarse una muerte más digna? Primera estocada y el toro al suelo, con las carnicerías a que uno está acostumbrado... ¡No! Para torero no vale cualquiera y, no basta sólo valor, además hace falta técnica y arte.

Y eso que es un espectáculo en declive: cada vez menos gente que asiste, cada vez más gente en contra. La verdad que es cosa de otro tiempo, ya ni la tele ni los medios se preocupan por ello, cuatro aficionados y cuatro guiris curiosos. A los urbanitas no le interesa el mundo del campo. Y el toreo no es más que un trozo de la ganadería que se cuela en las fiestas populares. Ahora se lleva más el ocio tecnológico, mecánico y virtual, que es mucho más higiénico, racional y ordenado. No se pueden dejar las cosas al azar de que un animal se porte bien o mal.
Realmente, no hay argumentos para mantener esta fiesta. Matar por matar, es cosa fea. Tampoco es que esté mal matar animales, lo feo es hacerlo delante de mucha gente y disfrutar con ello. Porque si no se ve y no está continuamente en los medios, es como si no existiera.

Aquí la gente es muy antitaurina y no creo que sea porque hayan visto muchas corridas de toros, saben lo necesario: Se encierra un toro en una cerca redonda y, un tío con capote y espada, primero lo putea y después lo mata. Seguramente tengan perros y gatos capados encerrados en casa, coman pezqueñines, pollos de invernadero y frutas de granja. Hemos visto tantas películas donde los animales se comportan como seres humanos... La verdad es que me parece estupendo que tengan una opinión al respecto y que luchen por hacerse oír, esa es siempre una postura loable. Quizá, a partir de ahí, se pueda iniciar un diálogo serio para establecer una normativa que vele por los valores de la Naturaleza en general, y no sólo de los vertebrados superiores en particular. Lo malo será que quede todo en prohibir los toros y luego a seguir destruyendo el medio ambiente -que resulta mucho más rentable-.

Yo me crié en el campo: para matar un conejo lo mejor es agarrarle de la patas traseras, de manera que quede colgando boca abajo, y asestarle un golpe seco en la nuca, con la mano abierta. Para matar una gallina, mejor cortar con un cuchillo en el cuello, detrás de la cresta, hasta que se desangre. Los corderos y cerdos dan más pena, porque no siempre es fácil acertar con el cuchillo en la yugular. A mí nunca me ha gustado matar animales, pero me gusta comer carne. Tampoco me gusta arrancar plantas, pero me gusta la ensalada. Aún sufro cuando siembro algo y tengo que arrancar las matas porque germinaron más semillas de las previstas. El hecho de estar vivo tiene algunas consecuencias desagradables y, cuanto más complejas y elevadas son nuestras actividades, más desagradables son las consecuencias. En eso se basa el progreso?

martes, 23 de junio de 2009

Instalación a disco duro de Backtrack 4 conviviendo con Ubuntu y windows XP

Este post está obsoleto, ya que la última versión de backtrack4 viene con un instalador en el CD Live. De todas formas, lo aquí explicado sigue siendo válido para instalar en disco duro cualquier distribución live de Linux y configurar el GRUB





Lo que voy a poner a continuación traiciona bastante la temática de este Blog, pero puestos a locuras...

Pasos a seguir para la instalación:

Lo primero es crear una partición ext3 de almenos 3,5 G (Con el gparted, el partion magic... )
Swap se puede usar la de ubuntu (De todas formas dejo los comandos de creación de la swap, por si acaso).
El boot ya lo tengo en la particion de ubuntu y no tengo que crear ninguna partición para crearlo otra vez.

Con las particiones ya creadas, arrancar Bactrack desde CD o pendrive.

2. Format the file systems, mount them and copy over the directory structure. Chroot into new environment.
(esto seguramente no sea necesario porque el Backtrack ya monta los dispositivos al arrancar)
root@bt:~# mkswap /dev/sda2
root@bt:~# swapon /dev/sda2
root@bt:~# mkreiserfs /dev/sda5
root@bt:~# mkdir /mnt/sda5
root@bt:~# mount /dev/sda5 /mnt/sda5/
root@bt:~# mkdir /mnt/sda5/boot


Si todo ya está correctamente formateado y al arrancar ya se han montado las particiones, los comandos anteriores no harán falta.

root@bt:~# cp --preserve -R /{bin,dev,home,pentest,root,usr,boot,etc,lib,opt,sbin,var} /mnt/sda5/
root@bt:~# mkdir /mnt/sda5/{mnt,tmp,proc,sys}
root@bt:~# chmod 1777 /mnt/sda5/tmp/
root@bt:~# mount -t proc proc /mnt/sda5/proc
root@bt:~# mount -o bind /dev /mnt/sda5/dev/
root@bt:~# chroot /mnt/sda5/ /bin/bash



Después, editar el fichero /etc/fstab del Bactrack 4 (si lo consideras necesario, a mí no me hizo falta), para que no monte todas las particiones al arrancar, sólo las necesarias, y añadir la swap en el caso de que no esté.
Debe quedar algo así:
/dev/sda5 / reiserfs defaults 0 0 # AutoUpdate
/dev/sda2 none swap sw 0 0
proc /proc proc defaults 0 0 # AutoUpdate
sysfs /sys sysfs defaults 0 0 # AutoUpdate
devpts /dev/pts devpts gid=5,mode=620 0 0 # AutoUpdate
tmpfs /dev/shm tmpfs defaults 0 0 # AutoUpdate


Con esto ya podemos reinciar el sistema y arrancar nuestro ubuntu normal.
Desde ubuntu modificaremos el grub para añadir el nuevo sistema operativo (Backtrack 4)

Añadir lo siguiente al final del archivo /boot/grub/menu.lst:
title Backtrack 4
root (hd0,4)
kernel /boot/vmlinuz rw root=/dev/sda5
initrd /boot/splash.initrd


Después actualizar el grub y reiniciar:
root@ubuntu:~#update-grub && reboot

#Lo de hd0 significa que está en el primer disco duro
#Lo del 4 que está en la primera partición extendida (las sucesivas particiones extendidas se numeran a partir del 4. La primera partición primaria se numera con el 0)


La imagen corresponde a mi particionado del disco duro

jueves, 11 de junio de 2009

un, dos, tres, avances...


Voy a organizarme y dejar siempre los ficheros en el mismo sitio. No hago más que dejar carpetas infectadas con textos reveladores, demasiado etéreos, demasiado profundos para estas pobres máquinas que llamamos ordenadores.



El texto plano está infravalorado, y claro, las páginas web se llenan de javascript, ajax, flash, gifts animados y de mil gilipolleces más, porque el mercado lo que demanda no es lo funcional, sino lo llamativo. Y en vez de dedicarse uno a hacer cosas bonitas y sencillas, lo que hacemos los web-developer son tonterías para que cuadren con la supuesta estética de la marca. Porque en la empresa es donde surge lo peor del capitalismo. Donde surgen todas esas ideas que no tienen como fin resolver algún problema de la humanidad, sino que lo que se busca es crear nuevas necesidades para atraer el consumo. Por eso tanto llamar la atención, por eso tantos colores, sonidos y movimiento... igual, igual que las máquinas tragaperras. Un, dos, tres, avances...


Se trata de seducir, no de convencer.



Todo es cuestión de estética, yo también tengo la mía, pero no me gusta el mercadeo. No me gusta la avaricia, el derroche ni el abuso de poder. Será lo que me ha quedado de cuando creía en Dios, iba a misa y me hablaban del hippy ese que multiplicaba los panes y los peces y paseaba por los campos dando mítines sin ningún fin aparente (salvar a la humanidad). Eso es lo que quiero yo!! Beber vino, pasear y hablar, hablar para todo el mundo y de vez en cuando también escuchar.




Me encanta el texto plano, y la consola de comandos de linux con letras verdes sobre fondo negro. Y tb. me gusta ponerle a las ventanas el color que me salga de los güebos, cambiar los iconos ...

sábado, 28 de febrero de 2009

"El uno de Marzo Pinedo García bajó de los cielos pidiendo amnistía"

Un año más -de vida- y van 28. Pasó la infancia, la adolescencia. Ya casi entro en la edad adulta, una edad más calmada, sometido a las leyes y las costumbres de la suciedad. De vez en cuando me asalta alguna añoranza de indómita juventud, pero no son más que golpes al vacío.
Trabajo, pago alquiler, facturas... pronto soñaré con vacaciones de tortura: Quemándome en playas atestadas de gente, recreándome en escuetos bikinis y grandes pechos; o padeciendo miserias en viajes a lejanos países, mientras me tratan como ganado… todo para hacer valer las incomodidades del trabajo de todo el año.
Tampoco estoy en condiciones de quejarme, no paso hambre, la verdad es que como bastante bien, el vino y el tabaco no me faltan, escucho música mientras trabajo, duermo acompañado, si quiero una peli la pido o me la descargo, y cuando las paredes de los edificios oprimen, me doy unas carreras por la playa o el campo.
Los cumpleaños son tristes, no tanto como la Navidad… pero sí, son tristes. Siempre que le obligan a uno a estar contento no puede hacer otra cosa que sentirse mal, debe de ser algún mecanismo psicológico de compensación, para mantener el equilibrio universal entre el bien y el mal.

viernes, 13 de febrero de 2009

GRATIS!!!!

Últimamente, ando obsesionado con la idea de gratis: Internet gratis, música gratis, películas gratis, porno gratis. Lógicamente no es realmente gratis, hay que invertir tiempo buscando enlaces, descargando fakes, estar al día de los nuevos programas y de las debilidades de los distintos mecanismos de seguridad. Eso sin contar los días que se tira el ordenador encendido, el envejecimiento prematuro de sus componentes, etc. Ya lo decía uno de mis profesores: “No hay comida gratis”. Pero mi continua actividad pirata, a veces, me lleva a reflexionar: ¿No estaré atentando contra todo aquello que me gusta (Internet, la música, las películas)?

Si me conecto a las redes de los vecinos, timofónica gana menos dinero, sube las tarifas e invierte menos aún en innovación y en mejoras de sus servicios.
Si me bajo discos de grupos que prácticamente solo conocen en su barrio, venderán aún menos discos y perderán toda motivación económica por seguir tocando. Igual con las pelis (españolas, por ejemplo). Al final, esta actividad redunda en una reducción de los grupos y del cine minoritario. Porque las grandes bandas y producciones internacionales siguen vendiendo y amasando dinero, menos, aunque sigue siendo mucho.

Lo de timofónica no me importa porque, en cuanto se dan cuenta de que los mecanismos de seguridad son débiles, empiezan a invertir en otros nuevos y mejores, y eso aumenta mis posibilidades de conseguir un mejor empleo. Además, alegra la vida lo de saltar vallas cada vez más altas, mantener la rueda girando. Y no quiero meterme en lo excesivo del precio de la “banda ancha” en España, que si no fuese por el monopolio que ostenta, como empresa, Telefónica no tendría presente ni futuro.

Lo de la música y el cine me resulta más preocupante, porque no se puede apelar a la conciencia de cada uno para pedir que la gente no use el emule, la conciencia es muy particular. Yo, mientras se pueda descargar impunemente, lo seguiré haciendo, porque la vida es muy puta y yo me he vuelto muy malo. Y porque la cultura debería ser un derecho universal y a precio de mercado es casi prohibitiva.
Las discográficas, las productoras y demás chupatintas implicadas en el negocio deberían bajarse de la burra. O, si el mercado no sabe regularse, quizá debería intervenir el Estado. Pero no con el parche guarrindongo ese de la SGAE, que hace agua por todas partes. Si se pone un impuesto sobre dispositivos de almacenamiento, lo lógico sería que existiese una biblioteca en la red donde todos los contenidos por los que pagamos estén accesibles para cualquiera, de forma legal. Así se tendría un verdadero conocimiento de lo que escucha y ve la gente y se podría distribuir el dinero recaudado más equitativamente. La gente paga cuotas mensuales por rapidshare, megaupload, spotify… . Pagar 20E por un CD de música -que se raya en un mes- no tiene sentido, ni siquiera merece la pena perder 30minutos en ir a buscarlo a una tienda cuando, en menos tiempo, podrías descargarlo en el ordenador.
En lugar de ver oportunidades de negocio en las nuevas tecnologías, se ha visto un enemigo… y las productoras y las discográficas se han empeñado en no adaptarse, en criminalizar, intentando perdurar su lucrativo y apestoso negocio.
Lo peor de todo esto es los artistas que se perderán por el camino, hasta que la situación se estabilice. A veces para mamar hace falta algo más que llorar.

domingo, 18 de enero de 2009

Bagatela, La Voluntad, paisaje

Bagatela
- ¡No! No estoy totalmente de acuerdo. La obra del artista puede ser brillante y sutil en sus connotaciones emotivas. Sin embargo, la persona, sea probablemente un necio, volátil, carente de voluntad, egocéntrico y banal.
- ¡Pero lo mismo se puede decir del ingeniero o del sabio! Que aunque brillantes en sus deducciones y habilidades, pueden carecer de todo sentido de la sociedad y la comunicación con el resto de sus congéneres.
- Y sin embargo, los políticos no dejan de ser corruptos, mentirosos e intérpretes de leyes y teorías elaboradas por otros, como bagatelas resultado de su aburrimiento y falta de contacto con la sociedad que les rodea.
- La imagen es lo único real, el futuro no existe y el pasado se destruye en el momento presente. Fuera de la imagen todo es sueño: Las teorías, los teoremas, las creencias… todas se derrumban con el paso del tiempo. Luego surgen otras, nuevas y mejores, que dicen ser espejo fiel de la realidad. Pero un ligero cambio en las condiciones de contorno y el andamiaje se viene abajo.
Sí, amigo. El Hombre es un iluso que además disfruta creando y dando rienda a sus complicadas fantasías. La imagen, lo real, el ahora, no le gustan y proyecta su conciencia hacia el futuro, hacia el interior, hacia el ideal.
- Pero estás hablando del Hombre fuera de la miseria, del hombre ocioso, en estado de bonanza. ¿Qué hay del pobre, del miserable?
- Esos no son más que alimañas: fuera de toda ética y moral, guiados por estómagos vacíos, por instintos… y en la mejor de las ocasiones: por las emociones dictadas por su cerebro falto de alimento.
- ¿Acaso el Hombre no es un animal gregario, un ser social?
- ¡Sí! Si que lo es, pero sólo dentro de la utilidad, una vez satisfechas sus necesidades animales, todo se vuelve Ego y no existe otro fin que incrementar las libertades individuales, vivir para uno mismo.

La Voluntad (de Azorín)
Uno de los pocos libros que he releído y que seguramente volveré a leer. No es un tratado de filosofía, ni una novela?, ni poesía… y sin embargo es todas esas cosas.
Uno siente añoranza de paisajes que nunca ha visto y compasión por personajes que no ha conocido. Las ideas están ahí, para darle la emoción y la complejidad que toda obra necesita para ser entretenida, bella, sutil…

Paisaje
Aquí, en Barcelona, resulta difícil ambientarse en paisajes castellanos, el clima de costa es muy distinto. El sol brilla con otra luz: más intensa, casi dañina, aséptica. Y el cielo parece que esté mucho más bajo, siempre con extrañas nubes, como rebaños dispersos… y la bruma que emborrona el horizonte. De repente pueden surgir oscuros y eléctricos nubarrones, que uno nunca sabe de dónde vienen, como fantasmagóricos navíos surgidos de los confines de un paisaje siempre difuso. Y es que los vientos, campan a sus anchas por la superficie pulida del mar. Mientras las olas, como incansables lenguas de gato, arrastran la arena al lugar donde golpean con cabezonería las barreras con las que el hombre intenta someter la Naturaleza a su voluntad.