jueves, 13 de junio de 2013

A mi pequeña Sophia

Pensé en escribir algo fresco,
ligero, gracioso, ameno...
que enganche y atrape.

Miré mis dibujos:
retorcidos y feos.
Repasé mil canciones y discos preferidos:
llenos de arritmias y ruido,
chillidos y cambios de estilo.
Se me antojó una vida llena de va y vienes.

(Excepto mi Amor:
Siempre fijo,
mi Estrella Polar,
cordón umbilical y vínculo terrestre)
Así que pasé...
Me dejé llevar...
por Subsconsciente y
oníricas asociaciones de ideas,
obscuridad, niebla...

Programé unas librerías,
documenté, optimizé,
compilé y publiqué el código,
también las fuentes.
Nadie las descargó:
-Es una pena: Me han quedado
tan monas...-
Ahora son sólo
caja negra.

Mi hija,
sumergida en fluido rosa,
me miraba desde el útero.
Pero yo estaba a otras cosas:
Con el microchip del odio,
cuadrando presupuestos,
actualizando el currículo,
buscando dinero...
Inocente criatura:
-¿Dónde te estoy trayendo!-

Las serpientes siempre acechando
-Y ¿Qué culpa tienen?-
Es el veneno:
Avaricia, envidia...
Pornografía, violencia
y otras putas mierdas..

La Princesa Mononoke
es vía de escape,
cuando abruman
demasiadas escenas de acción y muerte.
Es por los colores,
tan vivos
de los campos y flores,
verdes praderas teñidas de sangre.
-¡Al Espíritu del bosque lo que es del bosque!-
No me extraña lo de Tony Montana:
ambición, armas, cocaína, ambición...
-¡Al Kapital lo que es del Narco.



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- ¿Así que la alquimia te dio vida?
Tras "hundir mi sol mojado en tu piel",
el Espíritu Santo decía:
-Con sangre y semen
fabrico a Sophia!-

Siempre faltan espacio y tiempo:
Ahuecar nuestro amor,
aprender dulces canciones,
conseguir regalos de muchos colores...

Dejar atrás la ciudad,
la lija de asfalto,
los humos de escape,
las prisas,
el insistente parpadeo de los semáforos,
el no saber de nadie,
las mascotas y sus cacotas,
el vivir para el fin de semana,
playas muertas,
fauna pintada de gris,
caras de perro
deseosas de entrañas.
Servicios, cultura, restaurantes,
tiendas, escaparates,
gente que sueña,
fracasa y triunfa,
suburbios,
polígamos
...

Recias columnas apuntalan tu bienestar,
es gracias a tu mamá.
Yo volví a componerlo:
Espeso, pesado, retorcido,
lleno de pinchos y feo...
cactus

(Excepto Sophia,
que es pequeña y ligera...
orquídea)

Verla crecer...
extraña experiencia.
Como crecen los árboles,
la ciencia...
Tenemos los depósitos llenos:
de fertilizantes, agua, paciencia,
preconcepciones,
imperativos categóricos
e inocentes ilusiones.



Hay gente que te mete el gusanillo dentro,
otra que te mete el veneno bien dentro.
Yo prefiero los que dejan el gusanillo...
y siguen corriendo!