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domingo, 18 de junio de 2017

Privilegios televisados y la teoría de antenas

Elitistas: fascistas, clasistas, racistas, nacionalistas, aristócratas, meritócratas, plutócratas, capitalistas ... todos ellos son capaces de advertir diferencias entre grupos humanos. Pero, no contentos con ello, además pretenden justificar injusticias y privilegios basándose en esa diferencia. Y no tengo nada en contra de que gobiernen los más sabios, los más hábiles o los más ricos; pero sí estoy en contra de que los dirigentes disfruten de privilegios y derechos que no tienen el resto.
Por eso, siempre que tengo la oportunidad, se me llena la boca diciendo que el presidente del gobierno debe ganar lo mismo que cualquier otro trabajador o que el sueldo de la doctora debe ser igual al del enfermero, el de la arquitecta igual al del programador,... Nadie debería verse obligado a hacer algo que no quiere solo por dinero... Otra cosa es que nos acomodemos a la oferta y la demanda, y aprovechemos las oportunidades que nos brinda nuestra circunstancia para llenarnos los bolsillos y ensanchar nuestro ego:
- Tú te quedabas frente a la TV, extenuado en el sofá. Mientras yo estaba continuamente afanado: de la biblioteca a la cafetería, haciendo entrevistas, en reuniones, eventos, esnifando y engañando. Merezco mis privilegios. Yo soy la cigarra...

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Mi hija se vuelve un tanto impertinente cuando está viendo la tele. Un invento tan avanzado y tan macabro... Puede estar constante e ininterrumpidamente difundiendo sus mensajes e imágenes (el mismo mensaje para todo el Mundo). Cuando se es adulto es fácil comprender que, estar engullendo contenidos sólo porque salen de un artilugio en medio del salón, no hace ningún bien a nadie. Supongo que, de alguna manera, hacen bien a quien los difunde, a quien selecciona los contenidos, los horarios, a quien instala los cables, las antenas...
- Porque podrías estar trabajando para trepar por la escalera social y, en cambio, pierdes tu tiempo frente a la caja tonta, asimilando roles de género y clase, indignándote por la impunidad de las fechorías de tus dirigentes o intentando copiar un estilo de vida insostenible, banal..


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Siempre me resultó un tanto esotérica y guarra la teoría de antenas: demasiadas incertidumbres, además de todas esas constantes (reveladas como por una autoridad divina), prueba, error, estadística... Yo quería algo exacto, como la teoría de la gravedad, universal: dos cuerpos que se atraen con un fuerza proporcional a sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa... pura poesía. La tranquilidad de que es posible entender la Naturaleza porque sigue reglas matemáticas... Como si nuestras matemáticas pudiesen modelar cualquier fenómeno natural... No como esas matemáticas que hay que retorcer y reinventar para predecir burdamente el diagrama de radiación de una antena... Diempre en el campo lejano.
Esas matemáticas retorcidas, que alguien utiliza para meter a Bob Esponja, Doraemon o Donald Trump en los hogares de todo el mundo.

Diversos tipos de antenas presidiendo Herrera del Duque, en la base de su Castillo/Fortaleza