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martes, 29 de enero de 2019

La reacondicionación fotográfica de edificaciones antiguas


Cúpula del Convento de Herrera del Duque - Enero de 2017
De vez en cuando, me gusta revisitar algunas de mis fotografías... para ver si puedo darles un nuevo empujón: que queden más vistosas, resultonas, conseguir destacar alguna de sus bondades... y que, de alguna forma, no resulten demasiado obscenas. Un objetivo difícil porque, cuando las subes a internet y comienzan su andanza por las diferentes pantallas, tienen que competir con un montón de imágenes provenientes de cualquier tipo de contexto: imágenes brillantes, oscuras, saturadas de color, en blanco y negro, publicitarias, sexis...

Concretamente, esta foto, originalmente era bastante mala: estaba torcida, desenfocada y la niebla del día apagaba los colores y difuminaba los detalles... Uno anda siempre tomando fotos apresuradamente... y, por motivos que nada tienen que ver con la fotografía, pasa mucho tiempo delante de un ordenador. Es una suerte que las fotos tengan que atravesar la computadora antes de ser mostradas.

El convento está ruinoso pero, la verdad que tiene un encanto del que nunca gozará una edificación nueva y flamante. Las cigüeñas, los tordos y las diferentes plantas que habitan su exterior parecen haberse dado cuenta de ello.
-El tiempo pasa y nos marchita. Todo acaba. Todo se rompe. - Parecen decirnos.

Seguramente, si dispusiéramos de un presupuesto ilimitado, nos gustaría arreglarlo, apuntalarlo, quitarle sus malezas y sus pájaros en la cabeza... Reacondicionarlo a un estado utópico e ideal anterior... para que sea atractivo turísticamente. Y, así, poder mostrar sin palabras, a los de fuera, cómo éramos los de dentro, o cómo vivían nuestros idealizados ancestros.
Es muy común, en nuestra época, "poner en valor" este tipo de edificaciones. Recuperar las obras de los hombres: -¡Mira lo que hacían sin la ayuda de nuestra sofisticada tecnología! ¡Cómo hemos avanzado con nuestro hormigón, metal, cristales y plásticos!
-No tío, se te está yendo la olla. Sólo es un edificio viejo donde se clausuraba a las mujeres para que sirvieran de modelo de castidad, pureza y obediencia al resto de la sociedad...

En otros tiempos no andaban con tantos remilgos y, si la edificación caía en desuso, no tenían reparos en transformarla o aprovechar sus materiales y espacios para nuevas construcciones. Pero... eso era en un estado imaginado anterior, cuando los muros y cimientos eran firmes... no como en esta modernidad líquida, donde todo fluye y cambia a velocidad de vértigo.



La imagen original: