domingo, 8 de junio de 2008

Concierto Extremoduro (Getafe, 7 de Junio, 2008)


Nunca me sentí tan cómodo entre una masa ¿aborregada? de gente. Recitando sin titubear nuevos y viejos himnos, saltando, con las manos en alto, gritando... Todavía se me ponen los pelos de punta al recordar esa marea vibrando al mismo compás. Recupera uno la Fe en la raza humana: parece que no sólo los grupos que salen en la tele y en la radio tienen seguidores, parece que lo bueno también cala en la gente, y no sólo las chorradas que entretienen y dejan vacío al consumidor de cultura basura.

Para mí fue algo mítico:
  • Por los grupos que tocaron antes, sobre todo Doctor Deseo, aunque me fastidió fuesen tan breves (apenas 40 minutos), no es justo que se metan en el papel de meros teloneros. Pero bueno, la gente iba a ver a Extremoduro, y los otros grupos tenían estilos muy diferentes. Aún así, sonaron muy bien: Un equipo de sonido de puta madre y un espacio abierto enorme, sin ningún tipo de resonancia, ayudaron. Está bien que los grupos grandes den a conocer a otros. Además, esos otros, amenizan y preparan el ambiente para la guinda final. En ese sentido, Calaña y Doctor Deseo, se portaron.
  • Por la amplitud del estadio, con su césped, un montón de aseos (de esos portables) y sus puestos de bocatas y de cerveza a precios no excesivamente abusivos.
  • Porque hubo tiempo para la calma y estar tranquilo en el césped mientras tocaron Calaña y Doctor deseo. Y por la apoteosis final que fue “In crescendo” a medida que se sucedían las canciones de Extremo.
Había muy buen rollo, se respiraba amor e inocencia hasta en el consumo de alcohol y drogas. Jóvenes y no tan jóvenes, tías, tíos, padres, hermanos... todos contagiados por el mismo espíritu, aunque sólo fuera durante ese par de horas, ¡Ama! ¡Ama!... Y ensancha el alma!!
Extremoduro tiene algo que no tiene ningún otro grupo español, al menos conocido por mí: es el ritmo, la ideología, el espíritu, la rabia que todos sentimos y no sabemos por donde echar, el Amor y las ganas de acabar con tó. No es sólo la letra, no es sólo la música, es la habilidad, la libertad y el cuidado con que ambas se combinan.

jueves, 15 de mayo de 2008

A los que aman

Un ideal es una cosa tonta, una obcecación, una manía y una superstición de un grupo determinado. Pero sacrificarse por un ideal honra al que lo hace. Al que no se vende por dinero, al que no se arrastra ante nadie por ganar un determinado bienestar, al que desprecia su bienestar en favor de esa idea que comparte con los demás...


¿Y los hombres bomba? ¿Y los que asesinan reclamando libertad independencia? ¿Y los exterminadores de razas? ¿Qué tipo de ideal es ese que exige el sacrificio de los demás? Lo que marca la diferencia entre los ideales “buenos” y los “malos”, es que los primeros exigen un sacrificio propio mientras que en los segundos el sacrificio es ajeno. Así, no hay cabida a ideales contrapuestos porque el ideal es bueno para todos y no atiende a intereses particulares.


Y es que, los ideales, no están al alcance de todos, se ven como una estupidez, en un mundo donde todo se compra y se vende, en un mundo donde no existe identidad de grupo, en un mundo atomizado donde lo que prima es salvar cada uno su culo. En un primer mundo de cobardes, donde nadie quiere abandonar su privilegiada y llena de banalidades posición.


Sí, tener un ideal es realmente incómodo. Sin embargo, hay quien sostiene que la verdadera felicidad reside en darse a los demás. Que no es más feliz el que más tiene, sino el que verdaderamente se siente dentro de una comunidad, ya sea familia, amigos, sindikato, grupo musikal, humanidad... el que da, el que comparte, y no por un cierto bienestar a corto plazo, sino por la permanencia en la consciencia de los demás.


Cuando digo los demás, me refiero al conjunto de la humanidad, no a los que son como yo o viven cerca de mí... porque eso es como pensar en uno mismo.


Un ideal, es en sí, la pertenencia a un grupo, sin esperar nada a cambio. El que traiciona un ideal está traicionando al grupo.


Si no hay grupo, no hay ideal, sólo obcecación, superstición, orgullo... que no tiene porqué ser mal asunto, simplemente es otra historia.


Los que no se dejan manipular, los que ponen la otra mejilla, los que golpean a los que abusan de los demás, los que remueven conciencias, los que denuncian injusticias, los Quijotes que se echan al monte a desfacer entuertos y ayudar a los menesterosos... Todos ellos gozan de mi más sincera y profunda admiración.

domingo, 6 de abril de 2008

Estética, trabajo y kapital

Una vida estética:
Muchos dicen que si la ética, que si la moral, la razón, el dinero, los amigos, la religión.... ¡Adornos nada más!
Todo es Estética?
Está la estética del facha, del ácrata, el demócrata, el heavy, el hippy, el friky... Somos extraños seres que adhieren objetos, ideas, canciones... a su existir. Y el adherir o no, sólo depende de una tendencia estética, y esta es tan irracional, tan caprichosa...

Después de muchas entrevistas, lo conseguí, encontré trabajo. Pero no me siento diferente, bueno un poco sí: ahora madrugo todos los días, me afeito todas las semanas, ya no tengo tanto tiempo libre...
Soy un currante, una herramienta más del capitalismo. Dicho así parece que soy muy poca cosa. Pero yo soy Todo, todo menos poca cosa. Y qué más da! Si yo sólo quiero mantener mi identidad, mi imagen, mi ética y mi estética. No me gustan las prisas, ni los atascos, ni mirar por encima del hombro. Lo que quiero es hacer lo que me gusta, no... no me da envidia el dinero... quizá algunas veces... pero es que la carne es débil y la envidia libre, como el miedo.
Me traiciona el subconsciente: me dice tantas cosas... y me da tan pocas razones que no sé decirle que no. Y me corroe la impaciencia, siempre esperando algo, siempre de viaje, siempre en estado transitorio... hasta la muerte, claro.
No quiero saber del mundo...
mejor unos versos
de los que no llevan rumbo
de los que propician besos.

domingo, 9 de marzo de 2008

Caótica Ana



Julio Medem: me gustan todas sus películas. Tienen esa cosa que dices: -Esta peli la ha hecho este tío.- Pero siempre me sorprende, y eso me gusta, me gusta la sorpresa.


La historia gira en torno a las mujeres, pero no las mujeres como objeto de deseo sexual o como provocación de ese mismo deseo, que también se deja ver en sensuales escenas a lo largo de toda la película, sino como generadoras de vida, como madres de la humanidad.
Plantea el tema del matriarcado como solución a un mundo lleno de miserias por la acción belicosa de los hombres masculinos. Esto hace que en el espectador varón se desate cierto sentimiento de rechazo, sobre todo en aquellos que asociamos intrínsecamente mujeres con prensa rosa, telenovelas, mentiras, montajes, manipulaciones, amamantar a los hijos... sí, seres tan cobardes nunca irían a la guerra. Por otro lado, cabe reparar en que una visión más femenina del mundo no vendría mal; en lugar de tanta belicosidad, ansia de poder, libertad, saber... mejor un poquito más de vida familiar.


Lo peor de la peli, en mi humilde opinión: los actores. No sé... no resultan creíbles. Quizá no sea sólo por los actores, sino por los personajes demasiado simplificados, muy esquematizados. Porque todo gira entorno a ideas y no personas?


Lo mejor: la imagen, la música. Las imágenes de las películas de este director siempre tienen algo de mágicas, oníricas...

El bosque animado

No esperaba mucho de este libro, había oído hablar muy bien de él... por eso me extrañó encontrar algo tan bello. Porque, sobre todas las cosas, es bello, es pura poesía, tanto por su lenguaje como por las imágenes que evoca. Pero además de eso, es divertido, con un humor oscuro, porque aborda con cómica y despreocupada perspectiva dramáticos aspectos. Es enternecedor, surrealista, animista, costumbrista, utópico, ecologista... tantas cosas en un puñado de papeles.


No es una novela, no al menos una novela normal, de esas que enganchan con artilugios de sobra conocidos. Está formado por numerosos relatos que giran alrededor de una fraga, la fraga de Cecebre. Uno tiene la impresión de estar ante una obra maestra, una obra de ingeniería donde cada palabra e idea ocupan un lugar estratégico. No es este un formato de mucho éxito hoy en día, cuando la gente busca una lectura liviana, que implique una inmersión rápida en la historia, porque no se dispone, o no se dedica, mucho tiempo a la lectura.


Es una ventana a otro mundo, un mundo rural, lleno de encanto y desgracias. Pero las desgracias son tan naturales que embellecen el conjunto y aportan ese toque melodramático que sacude y estremece el alma.




-Ya sé qué es lo que me gusta de los pueblos y que no tienen las ciudades, ni los pueblos de alrededor de las ciudades. Es, el contacto con la naturaleza, o la forma en que el pueblo se integra en la naturaleza, la utiliza, la moldea y la conserva. Porque aunque se trate de una ciudad pequeña, ésta se apodera de todo y expulsa la naturaleza de sus dominios. Luego puede intentar integrarla dentro de sí, pero ya sólo se consiguen parques y jardines y se convierte en un mero adorno. Y no sirve aferrarse a la vida social: "Esto es como un pueblo, nos conocemos todos." Os conocéis todos pero eso no es un pueblo.

El cine español y el control estatal de la cultura

Muchos dicen que el cine español es malo. Yo creo que sólo lo es cuando intenta imitar al americano.


Muchos se oponen a subvencionar el cine, o la cultura en general. A mí me parece mejor que se subvencione a que desaparezca. Porque soy un amante de la variedad. Y en España, en general, tenemos un cine muy variado y representativo de las diferentes identidades, miedos, complejos e ideologías que circulan por este nuestro terruño. En una peli estándar americana, los personajes son eso: americanos, y tienen sus costumbres y miran al mundo desde su particular balcón, tienen sus hitos de referencia, sus paisajes, su ritmo de vida...


Que se subvencione, pero que permanezca independiente. Que se mantenga independiente es posible porque, de todos es sabido, es un cine minoritario. Pero ya le gustaría al Estado, o a las comunidades que aspiran a serlo, difundir sus mensajes identitarios, a masas aborregadas, por las salas de todos los cines. Porque esa es la misión de los Estados: que todos seamos iguales. Como la economía ya no la controlan Ellos, sólo aspiran a administrar las costumbres y la cultura. Esa es la forma de crear Estado.
Para una vez que el Estado corrige una imperfección de mercado, dejarlo que subvencione!




La educación púbica es muy importante y muy buena, pero se ha depositado demasiada responsabilidad en ella. Lo cual resulta normal, porque en estos tiempos modernos, los padres no tienen tiempo de educar a sus hijos. Y los Estados y las empresas han ocupado este nicho, han aprovechado para inmiscuirse en los programas de estudio y crear un pueblo educado a su medida.


Yo seré Español... no me queda más remedio, pero ningún Estado debería obligarme a respetar ningún tipo de símbolo, ni a ningún tipo de persona más que a otra, por muy Real que sea, ni tampoco tiene derecho a decidir qué conducta es perniciosa para mí, ni cual es mi lengua o mi religión oficial, tampoco debería existir un cuerpo policial para hostigar a los ciudadanos que no creen en el Sistema. Porque los Estados, en teoría, los crean los pueblos para que administren sus impuestos, su excedente monetario, para tener una serie de servicios básicos que garanticen un cierto bienestar y para corregir las imperfecciones del mercado. Son una creación del pueblo al servicio del pueblo. Pero esta idea es demasiado inocente, porque las cosas no funcionan así, y los Estados democráticos no son más que otra forma de gobierno autoritaria, al servicio de los que tienen dinero, asociados por intereses comunes y apoyados en el voto de la mayoría, que consiguen con sus medios de educación planos, sus medios de comunicación monotemáticos y su moral para esclavos.


Yo quería hablar de “alas de mariposa” y mira donde he acabado.

sábado, 23 de febrero de 2008

Para mí la primera piedra

Los sabihondos, los que hablan de todo,
en especial si no lo conocen a fondo.
Tratan del tema con rotundidad,
a pleno pulmón, con gran seriedad.
Con la sabiduría propia de la necedad.

Suplen con tono arrogante
la falta de verdadero conocimiento.
Por supuesto, les falta talante.
Y es que ... ¡Nadie vale un pimiento!!

Les avala una peculiar verborrea,
quizá títulos, quizá carreras,
quizá sólo: la voz grave del ignorante.
Ridiculizan, avasallan, egocentrizan
y por supuesto... intolerizan.

Aún así, con respeto,
alguien les escucha.
Del loco insignificante..
me quedo con el anonimato.
Me gusta,
Lo prefiero
a crear opinión, en mentes sin dudas.

Al final de la escalera

Una de miedo y suspense.

No me suele gustar mucho este género pero, la verdad, es que la peli engancha. La música está bien y la imagen es muy buena, todo ello prepara y crea la atmósfera adecuada. La atmósfera del miedo, el deseo inconsciente de: ¿Qué haces loco! No subas la escalera, no abras la puerta, ¡huye de ahí!

Pero lo mejor, lo más logrado, es el argumento, y no porque sea sorprendente o revelador, sino por algo que se echa de menos en este tipo de cine: la coherencia. En muchas ocasiones por dar un buen susto al espectador, o simplemente por el afán de sorprender, se incurre en escenas que no casan con el desarrollo normal de la acción y que hacen que el argumento resulte flojo o inexistente, pero no es el caso de “Al final de la escalera”. Aquí todo sucede como ha de suceder. Los actos de los personajes, en general, tienen lógica y eso es algo muy difícil de conseguir en películas donde se tratan temas fantásticos o irracionales.

Aún incurriendo en la mayoría de los tópicos del cine de terror es capaz de mantener la atención del espectador y provocar espeluznantes escalofríos.

Alas de mariposa (Juanma Bajo Ulloa)


Una española.
Una peli oprimente donde las haya, oscura y de densa atmósfera. Muy Freudiana. Tiene ese punto entre irritante, molesta y dame un poco más que parece que me gusta. Un poco lenta, pero la situación lo requiere.

viernes, 18 de enero de 2008

Pido la voz y la palabra

Escribir por escribir, por mantener la costumbre que un día tuve. Para hablar de las cosas que nunca hablo, para decir lo que nadie quiere oir.


Del hecho de hablar: ¿Qué es lo más importante? ¿Lo que se dice, o crear y mantener un vínculo con el interlocutor? Si es lo segundo, el contenido de las palabras no es lo importante. Por eso siempre se acaban hablando banalidades, excepto si existe una buena conexión emocional y convergencia de intereses, entonces la conversación resulta interesante y crece, sube, baja, se expande y contrae... una feria de los sentidos, un torrente desbordado de ideas y emociones... una borrachera.

¿Pero qué ocurre cuando lo importante es lo que se dice? Cuando se tiene algo que comunicar, una revelación, un sentimiento, una imagen... Entonces ordenas las ideas, las repasas, indagas en ellas... y finalmente publicas un “paper”, escribes un poema, una novela, una canción, pintas un cuadro, grabas una película... lo que sea con tal de que resulte atractivo o útil. Lo que sea, con tal de asomarse al exterior del autismo que te impide subir a la montaña rusa de emociones de los demás.


¡Sí! Yo también tengo instinto gregario, yo también quiero ser tenido en cuenta, aunque sólo sea como un exhibicionista de la palabra.