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martes, 31 de agosto de 2010

Un saco de sangre

Ni “vertiendo polvo en el cajón de los sueños”,
ni rezando mil padres nuestros,
o “quemando los recuerdos”,
ni, por supuesto, cediendo terreno...
conseguirás volver a la normalidad.

Y es que, un acto malo no tiene marcha atrás.
Sólo existe el firme propósito de enmienda.
¿Quién no se ha dejado llevar?
¿Quién no ha acabado de sangre y mierda?
Asume, paga, sufre, cambia... sublima.

El perdón es humillación.
La impunidad, desastrosa casualidad.
El malvado, un impune demasiado.
El santo, un pobre chalado.

Los oscuros designios del deseo ofenden La Buena Voluntad.
La Mala es paralizada por miedo al dolor, castigo Divino.

¿Has visto los verdes prados
que resplandecen a mi lado

domingo, 6 de abril de 2008

Estética, trabajo y kapital

Una vida estética:
Muchos dicen que si la ética, que si la moral, la razón, el dinero, los amigos, la religión.... ¡Adornos nada más!
Todo es Estética?
Está la estética del facha, del ácrata, el demócrata, el heavy, el hippy, el friky... Somos extraños seres que adhieren objetos, ideas, canciones... a su existir. Y el adherir o no, sólo depende de una tendencia estética, y esta es tan irracional, tan caprichosa...

Después de muchas entrevistas, lo conseguí, encontré trabajo. Pero no me siento diferente, bueno un poco sí: ahora madrugo todos los días, me afeito todas las semanas, ya no tengo tanto tiempo libre...
Soy un currante, una herramienta más del capitalismo. Dicho así parece que soy muy poca cosa. Pero yo soy Todo, todo menos poca cosa. Y qué más da! Si yo sólo quiero mantener mi identidad, mi imagen, mi ética y mi estética. No me gustan las prisas, ni los atascos, ni mirar por encima del hombro. Lo que quiero es hacer lo que me gusta, no... no me da envidia el dinero... quizá algunas veces... pero es que la carne es débil y la envidia libre, como el miedo.
Me traiciona el subconsciente: me dice tantas cosas... y me da tan pocas razones que no sé decirle que no. Y me corroe la impaciencia, siempre esperando algo, siempre de viaje, siempre en estado transitorio... hasta la muerte, claro.
No quiero saber del mundo...
mejor unos versos
de los que no llevan rumbo
de los que propician besos.

sábado, 23 de febrero de 2008

Para mí la primera piedra

Los sabihondos, los que hablan de todo,
en especial si no lo conocen a fondo.
Tratan del tema con rotundidad,
a pleno pulmón, con gran seriedad.
Con la sabiduría propia de la necedad.

Suplen con tono arrogante
la falta de verdadero conocimiento.
Por supuesto, les falta talante.
Y es que ... ¡Nadie vale un pimiento!!

Les avala una peculiar verborrea,
quizá títulos, quizá carreras,
quizá sólo: la voz grave del ignorante.
Ridiculizan, avasallan, egocentrizan
y por supuesto... intolerizan.

Aún así, con respeto,
alguien les escucha.
Del loco insignificante..
me quedo con el anonimato.
Me gusta,
Lo prefiero
a crear opinión, en mentes sin dudas.

viernes, 14 de diciembre de 2007


Ella

Me gusta observarla
cuando está callada,
cuando no me mira
o a plena carcajada.

Si estamos con otra gente
me escabullo
de su influjo
y miro como en otra se vuelve.

Me acerco
y la beso.
Me abraza
y me ata.
Me asalta mi lado más rebelde
y me escondo entre la gente.
Vuelvo la mirada,
es ella,
la veo:
la flor más fresca,
el hada de mi sueño.

Aspiro la última calada,
saboreo mi copa.
Con un gesto la llevo a casa.
Me acurruco entre las sábanas
y soñando que rondo su alcoba...
me marco un solo de zambomba.

miércoles, 31 de octubre de 2007

Preso

Me matan los duendes del aburrimiento
me clavan podridos alfileres en los ojos.
En la cabeza sucios trapos y despojos
sujetan un vacío adormecimiento.

El cuerpo lleno de droga del no saber vivir.
Eso me ha enseñado tantos años por Madrid.
Des-almado producto que se autogestiona.
un grumo que se resiste en la batidora.

Clamo por un Fin,
un entretenimiento.
Sólo resistir?
Ser lo que Quiero.
Traer a este confín
mis castillos en el cielo.

Bailarinas enturbian mi cabeza
mientras escupo y se me pone tiesa.
Orgías, borracheras, bacanales...
y ningún amor al que aferrarse.

Ya no quedan cielos azules,
que asemejar a sus ojos dulces,
ni esperanzas en mundos mejores.
Sarcasmo, odio y rencor
manchan de negro colchones
teñidos de fuego y amor.

Atmósfera tan viciada
cual madriguera de alimañas.
Feromonas que embotan
cual ciénaga cancerosa.

La mirada perdida,
como el que mira al mar,
como el que ya no sabe recordar.

Oníricas gaviotas entonan un canto
que subyace en recóndito lugar.
¿Tú querías volar?

sábado, 9 de junio de 2007

Sueños perdidos

Nuevo archivo...
donde plasmar un sinfín
de dichosos sueños.

Pixel negro sobre fondo blanco.
Negros sueños
en un mundo opaco.

Absorto
en el ruido sordo
que enerva y anestesia...
Mi Voluntad!

Libre del corazón,
prisionero del ordenador.
Libre de la tradición,
preso de la información.

Alpinista de la Suciedad.
Víctima de una extraña aspiración.
“Bits” en las venas.
anticongelante en el corazón.

Cual inquieta cucaracha, sondeo la basura de asépticos rincones.
Siguiendo el cebo, me pierdo en este mundo falto de sabor.
Despierto, imagino que pienso, pero me atrapan mundanas ambiciones.
Terco como una mula... clavo y retuerzo alfileres de nostalgia y dolor.

Un grito sordo
en la acera, un gapo
en el buzón, una corrida
en el moñigo de tu razón.

martes, 13 de febrero de 2007

Sombras nada más

La boca del tiburón es como otra cualquiera
pero muerde, corta, desgarra, sangra...
más que el beso de un ornitorrinco:
tan gracioso, con su pico y patas palmeadas.

Demasiado odio, demasiado trabajo
demasiado enserio, demasiados tajos,
en un mortal tan pequeño, tan bajo.

La boca del tiburón, con dientes tan blancos
en bocados tan profundos y afilados...
El corazón de piruleta, los ojos de azucarillo,
salpica y chapotea en sucios charcos, el ornitorrinco.

Hay quien se estrella donde otros no ven obstáculos.
Hay quien se adentra en cavernas, a ciegas,
quien naufraga en pantanos de barro,
quien duerme en lechos de agujas.

Hay quien atraviesa desfiladeros
y ni tan siquiera sabe del riesgo.
Apuestan – ganan, viven sin más,
no son conscientes de la dificultad.

El tiburón ajusticia, el tiburón se encarga

de sacar la sangre del que siempre la caga...
Los afortunados: observan al ornitorrinco,
sus almas puras, llenas de cosas buenas,
sus risas, sus corazones... dando brincos.


“Hablo con la sabiduría que me da el fracaso.”

domingo, 3 de diciembre de 2006

Momento

Vives pendiente de la hora...
la mirada perdida en el segundero,
paralizado, mientras la vida se escapa,
en espera del acto absurdo,
que ponga en marcha el Mundo.

Nada tiene sentido en soledad,
mejor dejar la cabeza vacía
que perderse en absurdas fantasías
o fraguarse un infierno de ansiedad.

Todo en calma...
menos los ruidos de siempre.
De fondo, la ciudad.
En la mente,
el lugar donde nunca estás.

Es la vida moderna
fuera del hogar.
Sin leche materna,
sin conflicto filial.

Y los amigos ¿dónde están?
¿Y el amor?
Perdidos en otra gran ciudad.

Las raíces quedaron lejos
porque entre viga y cemento
asienta mejor el tronco seco
que un hombre lleno de anhelos.

Atrapado en una selva de metal,
en esa entelequia, llamada bienestar.
Todo se vuelve trabajar.
Nada vale nada, en la gran ciudad.

sábado, 7 de octubre de 2006

Contra el progreso

En verdad que todo da igual,
somos infantiles, sin imaginación,
todo nos lo dan hecho, hasta los sueños.
El plan de vida está trazado
desde antes del nacimiento.

Vivimos realidades virtuales.
Asfixiados por hipotecas
y muchas otras entelequias,
argucias banqueras
que fomentan desigualdades.

Y no falta quien dice:
-Somos bajos y miserables.
-Ni oídos sordos a palabras hábiles.

Denuncias y contradenuncias.
Hambre y riqueza
en la misma acera.
Cartones en portales
de ricos mármoles.

Palabras mezquinas, infectadas,
oídos puestos, de vidas privadas.

Científicos pergeñando complicados teoremas
para que la masa aborregada no necesite saber nada.
Tecnología y beneficio sustentados
por cerebros lobotomizados.

Estómagos hinchados,
selvas rapadas,
incendios, huracanes y tornados,
especies exterminadas.
Hidrocarburos que se agotan
y una atmósfera opaca
diciendo: -¡El Mundo explota!

sábado, 22 de abril de 2006

ODIO

Sonriendo, me has mirado a los ojos.
Has dicho: Te quiero.
No pude soportar la ondulación de tus labios,
tan sensual, tan mintiendo,...
Con furia, una flema verde en tu rostro.
Te odio.

Y yo mismo me espanto, de mi forma de odiar.
Yo, que tanto amé, que inundé el mundo de paz.
Ateo, de ti y de tus besos.
¡No más indiferencia!
¡Libertad para los presos!

Desde niño, atado a ti.
De mayor, a dentelladas.
No más religión para mí.
No más represión acumulada.

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Y lo llaman Democracia
y se les llena la boca
y el Mundo lleno de desgracias.
Y la avaricia se vuelve loca,
en busca del oro negro,
materias primas, droga, ...
amasar fortunas,... dinero y más dinero.

Familias rotas,
pueblos abandonados,
trabajo y más trabajo,
bienes-inmuebles,
la ley del más fuerte.

Otra vez invitado a odiar,
otra vez enredado en la Fé
de gente ignorante y sucia,
de gente que nunca sacia su sed.

domingo, 12 de marzo de 2006

Un día gris de solecito y calor

La felicidad no es real.
La felicidad es un instante,
se alcanza esquivando los malos tragos,
atravesándolos, matándolos.

La felicidad puede ser llorar,
o reir, incluso la soledad.
Es sólo un estado mental,
no es algo que puedas ver o tocar.

La tristeza, el dolor
las ganas de acabar con tó.
Un grito sordo,
una lágrima en el folio.

Una noche de feria,
una ralla de coca,
dos coches que chocan …
eso son cosas serias.

La felicidad no se puede alcanzar
y cuando llega, no la sabemos tratar.
La tristeza es más fácil… sólo hay que aguantar.

domingo, 10 de abril de 2005

Urticaria de vida.

La vida no debería ser dura ni amarga,
habría que acabar con los explotadores.
Alegre amanecer junto al mar en calma,
lleno de ira y rabia porque se fue la noche.

Entrar en la vida de los demás,
correr veloz delante de nada,
huir del que dice que hay que parar,
sentir el corazón que se desata,
ver pasar los campos tras un cristal.

Hundidos, hasta el cuello en mierda
por no actuar contra quien tensa la cuerda,
por dejar que otros coman sólo piedras
mientras sus ombligos engordan, aumentan.

Grandes viajeros sin afectos,
sin lugares donde parar quietos,
no ven lo que buscan y se van lejos.
Buscan convencerse de que el mundo no es tan feo,
chocan contra la Humanidad y sus peores sentimientos.