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viernes, 15 de abril de 2011

Goyas 2011

Ya he visto tres de las películas con más nominaciones a los Goya 2011. No ha sido así, de golpe, una detrás de otra, sino de forma esporádica, casi espontánea y por diferentes medios, alquiler en el videoclub, cine, descarga con amule.


Desde luego, para mí, la mejor ha sido “Balada triste de trompeta”, consolidando a Alex de la Iglesia como el “Tarantino español”. El comienzo es apoteósico, con una batalla al más puro estilo “300” pero con un trasfondo y final mucho más mundano, menos heroico. Además, la película está llena de referencias socioculturales que forman parte del imaginario colectivo de la sociedad española. Referencias fruto de la globalización, la sociedad de la información, migraciones, movimientos culturales, etc. y que han ido dejando su poso en el territorio nacional. La acción transcurre en el contexto de la guerra civil y la transición (tema recurrente de nuestro cine), en el ámbito del circo (las artes escénicas), casi a modo de homenaje a este sector tan reducido de la sociedad, lo que contribuye aún más a la imagen grotesca que deja la película en el espectador. Este aspecto grotesco, la sangre corriendo a borbotones, violencia, “frikis”... hace que no sea una película muy “académica”, pero desde luego no deja indiferente, muy en la línea de “El día de la Bestia”, muy iconoclasta.


“También la lluvia” es otro tipo de película, con tintes de documental pero manteniéndose claramente en la línea del cine narrativo. La acción transcurre en Bolivia y, aunque de forma indirecta, se mueve entre dos contextos históricos: el actual y, el de conquista y sometimiento de los pueblos sudamericanos por el reino de Castilla. Plantea reflexiones muy interesantes sobre el descubrimiento y la conquista del “Nuevo Mundo”, la propiedad del agua, las relaciones de las grandes multinacionales con los países en vías de desarrollo, la escasa implantación de los derechos humanos, corrupción, desigualdad... No sólo muestra la existencia de estos problemas, sino que plantea la contradicción y los conflictos morales que la existencia de esta dicotomía entre primer y tercer mundo supone a un grupo de occidentales de corte progresista (otra vez pertenecen al mundo de las artes escénicas, el cine). El tipo de película que le hace a uno sentirse impotente e incómodo por permitir la injusticia, siempre que esté lo suficientemente lejos como para no verla directamente.



Por último “Pa Negre”, por supuesto la vi en catalá, con subtítulos en espanyol. Transcurre también en el período de la guerra civil y la posguerra, en la Catalunya de interior, en el ámbito rural, donde los caciques burgueses hacen y deshacen a su antojo. Es una película “correcta”, la imagen y la fotografía están bien, la historia te mantiene más o menos expectante, “enganchado”. Quizá lo más destacable, desconcertante, es la manera de tratar el aspecto cruel y violento de la naturaleza humana. Y, cómo ese ser “maligno” que todos llevamos dentro, ya existe desde la infancia. Si bien los motivos que llevan a liberarlo son distintos en la edad adulta (por dinero, necesidad, venganza..), mientras que en la infancia resulta más arbitrario. Este es un tema recurrente en las obras de Agustí Villaronga, al menos en las que he visto.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Tiempo y silencio



Además de tiempo hay que encontrar el espacio, el lugar de la soledad.

Todo pasa tan a prisa que lo único que hacemos es buscar. Y, cuando encontramos, ya está obsoleto. Porque lo atemporal no tiene valor en un mundo que fluye a velocidad de vértigo. El designio del tecnólogo se opone al del poeta, la rapidez es lo importante, la belleza, lo contemplativo, no es más que un adorno.

Los vicios son mal asunto, pero sólo cuando sobra el tiempo -porque si sobra es que no estás en la dinámica de la rapidez-. El tabaco mata, pero más mortal es la vida en la ciudad -en tanto en cuanto se lleva el tiempo volando-.

-¿Que el tiempo pase deprisa es bueno o es malo? 
-Yo creo que es malo. Porque eso significa que estás tan ensimismado en ajenas tareas que no sientes el tiempo, la vida... ¡Cómo hecho de menos el aburrimiento, los días interminables, esperando que pase algo! Si esperas, al menos hay una meta, un sueño, un ideal. ¿Qué sentido tiene vivir por vivir? ¿Qué sentido tiene ver el tiempo pasar sin consciencia, sin dolor? ¿Qué sentido tiene hacer las cosas sólo por entretenimiento o por dinero?

La verdadera vida es algo tan exótico que sólo está al alcance de unos pocos.

Al final todos nos especializamos, al final todos aspiramos a ser reconocidos en una pequeña área, a ser células y olvidarnos del duro ideal, de reptar entre los intersticios intentando comprender.

El potencial se esfuma con los anhelos de estrambóticos proyectos, todo parece un camino marcado... Caminante. Sí hay camino -y, con palmadas y empujones de los brazos sinuosos de la sociedad, te mantienes siempre dentro-.

Resacoso mirar el techo, sentir el vacío ensordecedor del aire solitario y el trajinar de las olas en las playas de inverno, sentarse en la pared del castillo para ver los coches hormiguear y las nubes pasar, litronas y porros en el parque, dibujar en la mesa o en un papel, dolor, soledad, sexo, ternura, misterio. Tiempo y silencio...

domingo, 9 de marzo de 2008

Caótica Ana



Julio Medem: me gustan todas sus películas. Tienen esa cosa que dices: -Esta peli la ha hecho este tío.- Pero siempre me sorprende, y eso me gusta, me gusta la sorpresa.


La historia gira en torno a las mujeres, pero no las mujeres como objeto de deseo sexual o como provocación de ese mismo deseo, que también se deja ver en sensuales escenas a lo largo de toda la película, sino como generadoras de vida, como madres de la humanidad.
Plantea el tema del matriarcado como solución a un mundo lleno de miserias por la acción belicosa de los hombres masculinos. Esto hace que en el espectador varón se desate cierto sentimiento de rechazo, sobre todo en aquellos que asociamos intrínsecamente mujeres con prensa rosa, telenovelas, mentiras, montajes, manipulaciones, amamantar a los hijos... sí, seres tan cobardes nunca irían a la guerra. Por otro lado, cabe reparar en que una visión más femenina del mundo no vendría mal; en lugar de tanta belicosidad, ansia de poder, libertad, saber... mejor un poquito más de vida familiar.


Lo peor de la peli, en mi humilde opinión: los actores. No sé... no resultan creíbles. Quizá no sea sólo por los actores, sino por los personajes demasiado simplificados, muy esquematizados. Porque todo gira entorno a ideas y no personas?


Lo mejor: la imagen, la música. Las imágenes de las películas de este director siempre tienen algo de mágicas, oníricas...

El cine español y el control estatal de la cultura

Muchos dicen que el cine español es malo. Yo creo que sólo lo es cuando intenta imitar al americano.


Muchos se oponen a subvencionar el cine, o la cultura en general. A mí me parece mejor que se subvencione a que desaparezca. Porque soy un amante de la variedad. Y en España, en general, tenemos un cine muy variado y representativo de las diferentes identidades, miedos, complejos e ideologías que circulan por este nuestro terruño. En una peli estándar americana, los personajes son eso: americanos, y tienen sus costumbres y miran al mundo desde su particular balcón, tienen sus hitos de referencia, sus paisajes, su ritmo de vida...


Que se subvencione, pero que permanezca independiente. Que se mantenga independiente es posible porque, de todos es sabido, es un cine minoritario. Pero ya le gustaría al Estado, o a las comunidades que aspiran a serlo, difundir sus mensajes identitarios, a masas aborregadas, por las salas de todos los cines. Porque esa es la misión de los Estados: que todos seamos iguales. Como la economía ya no la controlan Ellos, sólo aspiran a administrar las costumbres y la cultura. Esa es la forma de crear Estado.
Para una vez que el Estado corrige una imperfección de mercado, dejarlo que subvencione!




La educación púbica es muy importante y muy buena, pero se ha depositado demasiada responsabilidad en ella. Lo cual resulta normal, porque en estos tiempos modernos, los padres no tienen tiempo de educar a sus hijos. Y los Estados y las empresas han ocupado este nicho, han aprovechado para inmiscuirse en los programas de estudio y crear un pueblo educado a su medida.


Yo seré Español... no me queda más remedio, pero ningún Estado debería obligarme a respetar ningún tipo de símbolo, ni a ningún tipo de persona más que a otra, por muy Real que sea, ni tampoco tiene derecho a decidir qué conducta es perniciosa para mí, ni cual es mi lengua o mi religión oficial, tampoco debería existir un cuerpo policial para hostigar a los ciudadanos que no creen en el Sistema. Porque los Estados, en teoría, los crean los pueblos para que administren sus impuestos, su excedente monetario, para tener una serie de servicios básicos que garanticen un cierto bienestar y para corregir las imperfecciones del mercado. Son una creación del pueblo al servicio del pueblo. Pero esta idea es demasiado inocente, porque las cosas no funcionan así, y los Estados democráticos no son más que otra forma de gobierno autoritaria, al servicio de los que tienen dinero, asociados por intereses comunes y apoyados en el voto de la mayoría, que consiguen con sus medios de educación planos, sus medios de comunicación monotemáticos y su moral para esclavos.


Yo quería hablar de “alas de mariposa” y mira donde he acabado.

sábado, 23 de febrero de 2008

Al final de la escalera

Una de miedo y suspense.

No me suele gustar mucho este género pero, la verdad, es que la peli engancha. La música está bien y la imagen es muy buena, todo ello prepara y crea la atmósfera adecuada. La atmósfera del miedo, el deseo inconsciente de: ¿Qué haces loco! No subas la escalera, no abras la puerta, ¡huye de ahí!

Pero lo mejor, lo más logrado, es el argumento, y no porque sea sorprendente o revelador, sino por algo que se echa de menos en este tipo de cine: la coherencia. En muchas ocasiones por dar un buen susto al espectador, o simplemente por el afán de sorprender, se incurre en escenas que no casan con el desarrollo normal de la acción y que hacen que el argumento resulte flojo o inexistente, pero no es el caso de “Al final de la escalera”. Aquí todo sucede como ha de suceder. Los actos de los personajes, en general, tienen lógica y eso es algo muy difícil de conseguir en películas donde se tratan temas fantásticos o irracionales.

Aún incurriendo en la mayoría de los tópicos del cine de terror es capaz de mantener la atención del espectador y provocar espeluznantes escalofríos.

Alas de mariposa (Juanma Bajo Ulloa)


Una española.
Una peli oprimente donde las haya, oscura y de densa atmósfera. Muy Freudiana. Tiene ese punto entre irritante, molesta y dame un poco más que parece que me gusta. Un poco lenta, pero la situación lo requiere.

sábado, 1 de diciembre de 2007

La noche del cazador


La noche del cazador: una peli buena y antigua. Una peli que, al menos, a los que son seguidores de David Lynch o hayan quedado perplejos con TwinPeaks, resultará curiosa. Llaman la atención ciertos símbolos que tienen en común la peli y el universo David Lynch: brazo izquierdo / brazo derecho, la lucha entre el bien y el mal, lechuzas, pájaros, personajes que se transforman, mujeres asesinadas por hombres que son la reencarnación del mal y camuflados en personas corrientes, mujeres que aparecen ahogadas en el río, un pescador que las encuentra... A partir de aquí se pueden encontrar infinitas similitudes, pero llegaríamos a desvariar más de lo necesario.


Estética y argumentalmente no tienen nada que ver, están ambientadas en lugares y épocas muy distintos, las tramas no siguen el mismo patrón: TwinPeaks son muchas historias o ninguna, según se quiera ver, mientras que en la Noche del Cazador todo queda bastante atado. Y pese a todo ambas parecen estar concebidas bajo una misma conciencia.


Está bien, de vez en cuando, echar la mirada atrás, ver alguna peli antigua, algún músico, algún libro (para los más atrevidos). Así podremos darnos cuenta que hay cosas que cambian mucho más despacio que los artilugios que nos rodean, y quizá no seamos tan distintos a la gente que nació más de 200 años atrás.


En las críticas que circulan por internet se le achaca a la peli el ser un tanto infantil y llena de moralina religiosa. Eso es algo que no se puede negar. Pero la moral cambia con el paso de los años, no es un absoluto. En determinadas épocas pueden imperar costumbres más opresivas en ciertos aspectos de la vida, como por ejemplo el sexo, y cuando se alcanza un cierto hastío esas cuestiones pasan a un segundo plano o se liberan. Pero son sólo ciclos del un continuo tira y afloja que es la condición social humana. El que la moral que impregna la noche del cazador se nos antoje anticuada, por estar llena de prejuicios sexuales y religiosos, no desmerece el conjunto estético sino que enriquece al espectador al observar los hechos desde otra perspectiva moral.


Una mezcla de fantasía y realidad, artes gráficas.

lunes, 24 de septiembre de 2007

DOGVILLE



A very good film. Una bonita historia, una historia donde el guapo es el bueno y los malos simplemente tienen los defectos de la humanidad y, por ello, son muy malos, una panda de cerdos egocéntricos incapaces de apreciar lo que no sea el placer más inmediato. “Homo homini lupus.”

En el fondo existe algo de ternura en la mirada del autor sobre la sociedad rural. De ternura y de rigor, porque el que se aparta del camino del hombre recto debe ser castigado. ¿Y cómo van a ser rectos aquellos que se dejan dominar por sus instintos y sus miedos? Es lo que tiene la endogamia, las comunidades pequeñas y aisladas, donde el aire se enrancia y los rincones se llenan de pequeñas basuras que acaban siendo focos de grandes infecciones.

La mirada de un Dios a su pueblo, un Dios que ofrece un paraíso y que los hombres se encargan de transformar en un infierno, ante la jocosa y resignada mirada de quien un día impartirá justicia. Porque el que imparte justicia debe hacerlo con el convencimiento de que existe la posibilidad de un mundo mejor. Que una fría venganza proporciona ejemplo y, a la vez, motiva para alejarse del mal.

No como en la vida real, donde nada queda ajusticiado, donde lo premiado es la avaricia, la lucha por el interés propio.
Hacer fortuna no daña a nadie, incluso se puede pensar que redunda en el beneficio de los demás, con buenas políticas de contratos, sueldos dignos y todo lo demás. Y es que todos queremos sacar tajada: no nos vamos a quedar sin comer por solidaridad con el tercer mundo si a nuestro lado todos están a carrilleras llenas. Y ya puestos, pues que nuestra tajada sea un poquito más grande. Tener más dinero no daña a nadie, no es como tener esclavos o quemar bosques, matar gente, vender droga, financiar guerras, contaminar el mar... No, no es como hacer esas cosas tan malas... Pero el sistema capitalista es el que consiente y apoya todas esas actividades, son sus residuos, sus efectos secundarios, subproductos, daños colaterales... y no es culpa de nadie en particular y sí de todos en general, eso nos hace sentir muy bien, eso nos libera de cualquier sentimiento de culpa.

Siempre hay filósofos, moralistas, pastores... que con la elocuencia de sus razonamientos y discursos tratan de justificar las miserias humanas... También para ellos se hará justicia.

lunes, 9 de abril de 2007

blue velvet


El mal tiene un millón de caras. El mal camina contigo: en sueños, borracheras... en ráfagas fuertes de ira.
El lado salvaje y oscuro, su cara impredecible y peligrosa, el sensual atractivo del mal, ejerce una fuerza tal, sobre los humanos, que puede llevarlos a su propia autodestrucción.
Su mejor aliado es el aburrimiento, con una pizca de inseguridad, miedo, remordimientos, debilidad en la voluntad...
Del mal no se entra y se sale alegremente, o se cruza con paso firme, como Dante, llegando al paraíso atravesando purgatorio e infierno. O nunca se abandonan sus enrevesados caminos.
Se puede ser bueno a ratos, se puede ser malo; se puede ser consciente de lo que está bien o está mal, y todo ello conduce al sentimiento de culpa, la culpa genera más y más violencia, odio. Empieza como un juego, como la curiosidad en el gato, pero una vez dentro, hay que tener valor para llegar hasta el final, hasta las últimas consecuencias, hasta la luz al final del túnel o hasta lo más profundo de la garganta del tiburón.
Los buenos, o bien inicialmente fueron malos, o bien sus almas simplonas les impiden sentirse atraídos por la oscuridad, sólo conocen la bondad y se aferran a ella, mirando hacia otro lado cuando el fuego ronda sus casas.

miércoles, 6 de abril de 2005

El viaje de Chihiro

Mola, me resulta una peli bastante extraña, algo que me ocurre con todo el cine oriental -no sé si porque el que llega a mi vista es el que ya ha tenido éxito, o porque veo poco y entonces me impacta más-.
Tanta mitología anglosajona, tanta estética europea, cansa y se agradece que soplen vientos frescos de oriente.
Siempre me han gustado los dibujos japoneses: Caballeros del zodiaco, Bola de dragón, Doraemon,... Son sangrientos y no están tan obcecados en grandes batallas con grandes ejércitos donde el mal se camufla entre la muchedumbre engañada. En los dibujos japoneses el mal tiene rostro e incluso una filosofía individual, una razón de existir. Existe un orden más individual.

https://www.filmaffinity.com/es/film759533.html