Vives pendiente de la hora...
la mirada perdida en el segundero,
paralizado, mientras la vida se escapa,
en espera del acto absurdo,
que ponga en marcha el Mundo.
mejor dejar la cabeza vacía
que perderse en absurdas fantasías
o fraguarse un infierno de ansiedad.
menos los ruidos de siempre.
De fondo, la ciudad.
En la mente,
el lugar donde nunca estás.
fuera del hogar.
Sin leche materna,
sin conflicto filial.
¿Y el amor?
Perdidos en otra gran ciudad.
porque entre viga y cemento
asienta mejor el tronco seco
que un hombre lleno de anhelos.
en esa entelequia, llamada bienestar.
Todo se vuelve trabajar.
Nada vale nada, en la gran ciudad.
la mirada perdida en el segundero,
paralizado, mientras la vida se escapa,
en espera del acto absurdo,
que ponga en marcha el Mundo.
mejor dejar la cabeza vacía
que perderse en absurdas fantasías
o fraguarse un infierno de ansiedad.
menos los ruidos de siempre.
De fondo, la ciudad.
En la mente,
el lugar donde nunca estás.
fuera del hogar.
Sin leche materna,
sin conflicto filial.
¿Y el amor?
Perdidos en otra gran ciudad.
porque entre viga y cemento
asienta mejor el tronco seco
que un hombre lleno de anhelos.
en esa entelequia, llamada bienestar.
Todo se vuelve trabajar.
Nada vale nada, en la gran ciudad.
 
 






 
 
 
 

