domingo, 27 de septiembre de 2009

Monumental, corrida


Hoy he ido a los toros. A la Monumental de Barcelona. Ha sido una buena corrida. ¡Qué diferencia con las que se ven en el pueblo! ¡Cuánto Arte! Uno ni se preocupa de si el animal sufre o no ¿Acaso puede esperarse una muerte más digna? Primera estocada y el toro al suelo, con las carnicerías a que uno está acostumbrado... ¡No! Para torero no vale cualquiera y, no basta sólo valor, además hace falta técnica y arte.

Y eso que es un espectáculo en declive: cada vez menos gente que asiste, cada vez más gente en contra. La verdad que es cosa de otro tiempo, ya ni la tele ni los medios se preocupan por ello, cuatro aficionados y cuatro guiris curiosos. A los urbanitas no le interesa el mundo del campo. Y el toreo no es más que un trozo de la ganadería que se cuela en las fiestas populares. Ahora se lleva más el ocio tecnológico, mecánico y virtual, que es mucho más higiénico, racional y ordenado. No se pueden dejar las cosas al azar de que un animal se porte bien o mal.
Realmente, no hay argumentos para mantener esta fiesta. Matar por matar, es cosa fea. Tampoco es que esté mal matar animales, lo feo es hacerlo delante de mucha gente y disfrutar con ello. Porque si no se ve y no está continuamente en los medios, es como si no existiera.

Aquí la gente es muy antitaurina y no creo que sea porque hayan visto muchas corridas de toros, saben lo necesario: Se encierra un toro en una cerca redonda y, un tío con capote y espada, primero lo putea y después lo mata. Seguramente tengan perros y gatos capados encerrados en casa, coman pezqueñines, pollos de invernadero y frutas de granja. Hemos visto tantas películas donde los animales se comportan como seres humanos... La verdad es que me parece estupendo que tengan una opinión al respecto y que luchen por hacerse oír, esa es siempre una postura loable. Quizá, a partir de ahí, se pueda iniciar un diálogo serio para establecer una normativa que vele por los valores de la Naturaleza en general, y no sólo de los vertebrados superiores en particular. Lo malo será que quede todo en prohibir los toros y luego a seguir destruyendo el medio ambiente -que resulta mucho más rentable-.

Yo me crié en el campo: para matar un conejo lo mejor es agarrarle de la patas traseras, de manera que quede colgando boca abajo, y asestarle un golpe seco en la nuca, con la mano abierta. Para matar una gallina, mejor cortar con un cuchillo en el cuello, detrás de la cresta, hasta que se desangre. Los corderos y cerdos dan más pena, porque no siempre es fácil acertar con el cuchillo en la yugular. A mí nunca me ha gustado matar animales, pero me gusta comer carne. Tampoco me gusta arrancar plantas, pero me gusta la ensalada. Aún sufro cuando siembro algo y tengo que arrancar las matas porque germinaron más semillas de las previstas. El hecho de estar vivo tiene algunas consecuencias desagradables y, cuanto más complejas y elevadas son nuestras actividades, más desagradables son las consecuencias. En eso se basa el progreso?

martes, 23 de junio de 2009

Instalación a disco duro de Backtrack 4 conviviendo con Ubuntu y windows XP

Este post está obsoleto, ya que la última versión de backtrack4 viene con un instalador en el CD Live. De todas formas, lo aquí explicado sigue siendo válido para instalar en disco duro cualquier distribución live de Linux y configurar el GRUB





Lo que voy a poner a continuación traiciona bastante la temática de este Blog, pero puestos a locuras...

Pasos a seguir para la instalación:

Lo primero es crear una partición ext3 de almenos 3,5 G (Con el gparted, el partion magic... )
Swap se puede usar la de ubuntu (De todas formas dejo los comandos de creación de la swap, por si acaso).
El boot ya lo tengo en la particion de ubuntu y no tengo que crear ninguna partición para crearlo otra vez.

Con las particiones ya creadas, arrancar Bactrack desde CD o pendrive.

2. Format the file systems, mount them and copy over the directory structure. Chroot into new environment.
(esto seguramente no sea necesario porque el Backtrack ya monta los dispositivos al arrancar)
root@bt:~# mkswap /dev/sda2
root@bt:~# swapon /dev/sda2
root@bt:~# mkreiserfs /dev/sda5
root@bt:~# mkdir /mnt/sda5
root@bt:~# mount /dev/sda5 /mnt/sda5/
root@bt:~# mkdir /mnt/sda5/boot


Si todo ya está correctamente formateado y al arrancar ya se han montado las particiones, los comandos anteriores no harán falta.

root@bt:~# cp --preserve -R /{bin,dev,home,pentest,root,usr,boot,etc,lib,opt,sbin,var} /mnt/sda5/
root@bt:~# mkdir /mnt/sda5/{mnt,tmp,proc,sys}
root@bt:~# chmod 1777 /mnt/sda5/tmp/
root@bt:~# mount -t proc proc /mnt/sda5/proc
root@bt:~# mount -o bind /dev /mnt/sda5/dev/
root@bt:~# chroot /mnt/sda5/ /bin/bash



Después, editar el fichero /etc/fstab del Bactrack 4 (si lo consideras necesario, a mí no me hizo falta), para que no monte todas las particiones al arrancar, sólo las necesarias, y añadir la swap en el caso de que no esté.
Debe quedar algo así:
/dev/sda5 / reiserfs defaults 0 0 # AutoUpdate
/dev/sda2 none swap sw 0 0
proc /proc proc defaults 0 0 # AutoUpdate
sysfs /sys sysfs defaults 0 0 # AutoUpdate
devpts /dev/pts devpts gid=5,mode=620 0 0 # AutoUpdate
tmpfs /dev/shm tmpfs defaults 0 0 # AutoUpdate


Con esto ya podemos reinciar el sistema y arrancar nuestro ubuntu normal.
Desde ubuntu modificaremos el grub para añadir el nuevo sistema operativo (Backtrack 4)

Añadir lo siguiente al final del archivo /boot/grub/menu.lst:
title Backtrack 4
root (hd0,4)
kernel /boot/vmlinuz rw root=/dev/sda5
initrd /boot/splash.initrd


Después actualizar el grub y reiniciar:
root@ubuntu:~#update-grub && reboot

#Lo de hd0 significa que está en el primer disco duro
#Lo del 4 que está en la primera partición extendida (las sucesivas particiones extendidas se numeran a partir del 4. La primera partición primaria se numera con el 0)


La imagen corresponde a mi particionado del disco duro

jueves, 11 de junio de 2009

un, dos, tres, avances...


Voy a organizarme y dejar siempre los ficheros en el mismo sitio. No hago más que dejar carpetas infectadas con textos reveladores, demasiado etéreos, demasiado profundos para estas pobres máquinas que llamamos ordenadores.



El texto plano está infravalorado, y claro, las páginas web se llenan de javascript, ajax, flash, gifts animados y de mil gilipolleces más, porque el mercado lo que demanda no es lo funcional, sino lo llamativo. Y en vez de dedicarse uno a hacer cosas bonitas y sencillas, lo que hacemos los web-developer son tonterías para que cuadren con la supuesta estética de la marca. Porque en la empresa es donde surge lo peor del capitalismo. Donde surgen todas esas ideas que no tienen como fin resolver algún problema de la humanidad, sino que lo que se busca es crear nuevas necesidades para atraer el consumo. Por eso tanto llamar la atención, por eso tantos colores, sonidos y movimiento... igual, igual que las máquinas tragaperras. Un, dos, tres, avances...


Se trata de seducir, no de convencer.



Todo es cuestión de estética, yo también tengo la mía, pero no me gusta el mercadeo. No me gusta la avaricia, el derroche ni el abuso de poder. Será lo que me ha quedado de cuando creía en Dios, iba a misa y me hablaban del hippy ese que multiplicaba los panes y los peces y paseaba por los campos dando mítines sin ningún fin aparente (salvar a la humanidad). Eso es lo que quiero yo!! Beber vino, pasear y hablar, hablar para todo el mundo y de vez en cuando también escuchar.




Me encanta el texto plano, y la consola de comandos de linux con letras verdes sobre fondo negro. Y tb. me gusta ponerle a las ventanas el color que me salga de los güebos, cambiar los iconos ...

sábado, 28 de febrero de 2009

"El uno de Marzo Pinedo García bajó de los cielos pidiendo amnistía"

Un año más -de vida- y van 28. Pasó la infancia, la adolescencia. Ya casi entro en la edad adulta, una edad más calmada, sometido a las leyes y las costumbres de la suciedad. De vez en cuando me asalta alguna añoranza de indómita juventud, pero no son más que golpes al vacío.
Trabajo, pago alquiler, facturas... pronto soñaré con vacaciones de tortura: Quemándome en playas atestadas de gente, recreándome en escuetos bikinis y grandes pechos; o padeciendo miserias en viajes a lejanos países, mientras me tratan como ganado… todo para hacer valer las incomodidades del trabajo de todo el año.
Tampoco estoy en condiciones de quejarme, no paso hambre, la verdad es que como bastante bien, el vino y el tabaco no me faltan, escucho música mientras trabajo, duermo acompañado, si quiero una peli la pido o me la descargo, y cuando las paredes de los edificios oprimen, me doy unas carreras por la playa o el campo.
Los cumpleaños son tristes, no tanto como la Navidad… pero sí, son tristes. Siempre que le obligan a uno a estar contento no puede hacer otra cosa que sentirse mal, debe de ser algún mecanismo psicológico de compensación, para mantener el equilibrio universal entre el bien y el mal.

viernes, 13 de febrero de 2009

GRATIS!!!!

Últimamente, ando obsesionado con la idea de gratis: Internet gratis, música gratis, películas gratis, porno gratis. Lógicamente no es realmente gratis, hay que invertir tiempo buscando enlaces, descargando fakes, estar al día de los nuevos programas y de las debilidades de los distintos mecanismos de seguridad. Eso sin contar los días que se tira el ordenador encendido, el envejecimiento prematuro de sus componentes, etc. Ya lo decía uno de mis profesores: “No hay comida gratis”. Pero mi continua actividad pirata, a veces, me lleva a reflexionar: ¿No estaré atentando contra todo aquello que me gusta (Internet, la música, las películas)?

Si me conecto a las redes de los vecinos, timofónica gana menos dinero, sube las tarifas e invierte menos aún en innovación y en mejoras de sus servicios.
Si me bajo discos de grupos que prácticamente solo conocen en su barrio, venderán aún menos discos y perderán toda motivación económica por seguir tocando. Igual con las pelis (españolas, por ejemplo). Al final, esta actividad redunda en una reducción de los grupos y del cine minoritario. Porque las grandes bandas y producciones internacionales siguen vendiendo y amasando dinero, menos, aunque sigue siendo mucho.

Lo de timofónica no me importa porque, en cuanto se dan cuenta de que los mecanismos de seguridad son débiles, empiezan a invertir en otros nuevos y mejores, y eso aumenta mis posibilidades de conseguir un mejor empleo. Además, alegra la vida lo de saltar vallas cada vez más altas, mantener la rueda girando. Y no quiero meterme en lo excesivo del precio de la “banda ancha” en España, que si no fuese por el monopolio que ostenta, como empresa, Telefónica no tendría presente ni futuro.

Lo de la música y el cine me resulta más preocupante, porque no se puede apelar a la conciencia de cada uno para pedir que la gente no use el emule, la conciencia es muy particular. Yo, mientras se pueda descargar impunemente, lo seguiré haciendo, porque la vida es muy puta y yo me he vuelto muy malo. Y porque la cultura debería ser un derecho universal y a precio de mercado es casi prohibitiva.
Las discográficas, las productoras y demás chupatintas implicadas en el negocio deberían bajarse de la burra. O, si el mercado no sabe regularse, quizá debería intervenir el Estado. Pero no con el parche guarrindongo ese de la SGAE, que hace agua por todas partes. Si se pone un impuesto sobre dispositivos de almacenamiento, lo lógico sería que existiese una biblioteca en la red donde todos los contenidos por los que pagamos estén accesibles para cualquiera, de forma legal. Así se tendría un verdadero conocimiento de lo que escucha y ve la gente y se podría distribuir el dinero recaudado más equitativamente. La gente paga cuotas mensuales por rapidshare, megaupload, spotify… . Pagar 20E por un CD de música -que se raya en un mes- no tiene sentido, ni siquiera merece la pena perder 30minutos en ir a buscarlo a una tienda cuando, en menos tiempo, podrías descargarlo en el ordenador.
En lugar de ver oportunidades de negocio en las nuevas tecnologías, se ha visto un enemigo… y las productoras y las discográficas se han empeñado en no adaptarse, en criminalizar, intentando perdurar su lucrativo y apestoso negocio.
Lo peor de todo esto es los artistas que se perderán por el camino, hasta que la situación se estabilice. A veces para mamar hace falta algo más que llorar.

domingo, 18 de enero de 2009

Bagatela, La Voluntad, paisaje

Bagatela
- ¡No! No estoy totalmente de acuerdo. La obra del artista puede ser brillante y sutil en sus connotaciones emotivas. Sin embargo, la persona, sea probablemente un necio, volátil, carente de voluntad, egocéntrico y banal.
- ¡Pero lo mismo se puede decir del ingeniero o del sabio! Que aunque brillantes en sus deducciones y habilidades, pueden carecer de todo sentido de la sociedad y la comunicación con el resto de sus congéneres.
- Y sin embargo, los políticos no dejan de ser corruptos, mentirosos e intérpretes de leyes y teorías elaboradas por otros, como bagatelas resultado de su aburrimiento y falta de contacto con la sociedad que les rodea.
- La imagen es lo único real, el futuro no existe y el pasado se destruye en el momento presente. Fuera de la imagen todo es sueño: Las teorías, los teoremas, las creencias… todas se derrumban con el paso del tiempo. Luego surgen otras, nuevas y mejores, que dicen ser espejo fiel de la realidad. Pero un ligero cambio en las condiciones de contorno y el andamiaje se viene abajo.
Sí, amigo. El Hombre es un iluso que además disfruta creando y dando rienda a sus complicadas fantasías. La imagen, lo real, el ahora, no le gustan y proyecta su conciencia hacia el futuro, hacia el interior, hacia el ideal.
- Pero estás hablando del Hombre fuera de la miseria, del hombre ocioso, en estado de bonanza. ¿Qué hay del pobre, del miserable?
- Esos no son más que alimañas: fuera de toda ética y moral, guiados por estómagos vacíos, por instintos… y en la mejor de las ocasiones: por las emociones dictadas por su cerebro falto de alimento.
- ¿Acaso el Hombre no es un animal gregario, un ser social?
- ¡Sí! Si que lo es, pero sólo dentro de la utilidad, una vez satisfechas sus necesidades animales, todo se vuelve Ego y no existe otro fin que incrementar las libertades individuales, vivir para uno mismo.

La Voluntad (de Azorín)
Uno de los pocos libros que he releído y que seguramente volveré a leer. No es un tratado de filosofía, ni una novela?, ni poesía… y sin embargo es todas esas cosas.
Uno siente añoranza de paisajes que nunca ha visto y compasión por personajes que no ha conocido. Las ideas están ahí, para darle la emoción y la complejidad que toda obra necesita para ser entretenida, bella, sutil…

Paisaje
Aquí, en Barcelona, resulta difícil ambientarse en paisajes castellanos, el clima de costa es muy distinto. El sol brilla con otra luz: más intensa, casi dañina, aséptica. Y el cielo parece que esté mucho más bajo, siempre con extrañas nubes, como rebaños dispersos… y la bruma que emborrona el horizonte. De repente pueden surgir oscuros y eléctricos nubarrones, que uno nunca sabe de dónde vienen, como fantasmagóricos navíos surgidos de los confines de un paisaje siempre difuso. Y es que los vientos, campan a sus anchas por la superficie pulida del mar. Mientras las olas, como incansables lenguas de gato, arrastran la arena al lugar donde golpean con cabezonería las barreras con las que el hombre intenta someter la Naturaleza a su voluntad.

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Ominosa Navidad

Es en estas entrañables fiestas, cuando uno está de vacaciones y tiene la oportunidad de tratar con la gente en un ambiente no laboral, es cuando se da cuenta de lo mezquina que es la raza Humana y cada persona en particular... No, no existe el hombre bueno, ni honrado, ni modesto, ni austero. Cualquier atisbo de sacrificio, ahorro, valor... se va a tomar por culo en esa vorágine consumista que llamamos Navidad. Litros de alcohol, toneladas de comida, regalos inútiles, drogas, excesos. Y es que estos excesos son a costa de terribles desigualdades e injusticias.

Bajo la opulencia, el hombre se crece, y atribuye a sus propias habilidades y valentía la sonrisa del destino, se vuelve cruel y despiadado contra los desfavorecidos. Pero cuando la suerte se va, el hombre Ario ¡El fuerte.. jeje! es devorado por la culpa, echa balones fuera, contra el destino, la providencia... y entonces se acuerda de la piedad, la humildad, el sacrificio. Somos peor que alimañas, en cualquier acto o actitud no se ve más que ego-ismo, vergüenza y miedo. A pesar de la bonanza, nadie da nada, todo se puede medir con dinero y eso hace difícil el acto desinteresado.

En guerra contra mi alrededor, contra todo, anti-todo... un infierno de sangre y fuego es lo que merecemos y quizá es lo que buscamos. Cuando no somos autodestructivos somos destructivos sin más y en el fondo todo nos da igual menos nosotros mismos, somos violentos por naturaleza, por mucho que lo neguemos no somos más que animales, de los que matan sin necesidad. No hay más que mirar el televisor, no hay más que mirar dentro de uno mismo y examinar las propias convicciones, para llegar al convencimiento de nuestra propia destrucción. El día del juicio Final, el Apocalipsis, el Holocausto caníbal, el día de la Bestia... quizá empezó cuando el homínido primero se irguió sobre sus patas posteriores, cuando tomó conciencia de sí mismo, cuando miró el mundo por encima de los hierbajos y decidió someterlo, cuando surgió el Ego.

Vamos a asumir las consecuencias, vamos a eliminar el perdón, el ojo por el ojo, no sirve la enajenación ¿Imagina que se da la vuelta a la tortilla? ¿Quién se atreve a jugar?

El loco, el borracho, el drogadicto, tienen razón... no merece la pena el Hombre.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Tiempo y silencio



Además de tiempo hay que encontrar el espacio, el lugar de la soledad.

Todo pasa tan a prisa que lo único que hacemos es buscar. Y, cuando encontramos, ya está obsoleto. Porque lo atemporal no tiene valor en un mundo que fluye a velocidad de vértigo. El designio del tecnólogo se opone al del poeta, la rapidez es lo importante, la belleza, lo contemplativo, no es más que un adorno.

Los vicios son mal asunto, pero sólo cuando sobra el tiempo -porque si sobra es que no estás en la dinámica de la rapidez-. El tabaco mata, pero más mortal es la vida en la ciudad -en tanto en cuanto se lleva el tiempo volando-.

-¿Que el tiempo pase deprisa es bueno o es malo? 
-Yo creo que es malo. Porque eso significa que estás tan ensimismado en ajenas tareas que no sientes el tiempo, la vida... ¡Cómo hecho de menos el aburrimiento, los días interminables, esperando que pase algo! Si esperas, al menos hay una meta, un sueño, un ideal. ¿Qué sentido tiene vivir por vivir? ¿Qué sentido tiene ver el tiempo pasar sin consciencia, sin dolor? ¿Qué sentido tiene hacer las cosas sólo por entretenimiento o por dinero?

La verdadera vida es algo tan exótico que sólo está al alcance de unos pocos.

Al final todos nos especializamos, al final todos aspiramos a ser reconocidos en una pequeña área, a ser células y olvidarnos del duro ideal, de reptar entre los intersticios intentando comprender.

El potencial se esfuma con los anhelos de estrambóticos proyectos, todo parece un camino marcado... Caminante. Sí hay camino -y, con palmadas y empujones de los brazos sinuosos de la sociedad, te mantienes siempre dentro-.

Resacoso mirar el techo, sentir el vacío ensordecedor del aire solitario y el trajinar de las olas en las playas de inverno, sentarse en la pared del castillo para ver los coches hormiguear y las nubes pasar, litronas y porros en el parque, dibujar en la mesa o en un papel, dolor, soledad, sexo, ternura, misterio. Tiempo y silencio...

domingo, 21 de septiembre de 2008

Gilles Lipovetsky - “El ocaso del deber”

Interesante libro que defiende vivimos en una era post-moralista o del post-deber.

En el libro no hay diferenciación entre ética y moral, tal y como se definió en el post de este blog. A efectos prácticos son la misma cosa. Aunque podría identificarse la ética con los “valores humanistas” que se mencionan a menudo en el libro.

Con el término “moral” hace referencia al conjunto de principios e ideales que las sociedades adoptan con diferentes fines y causas. Y es que, en el escenario planteado por el autor, la sociedad post-moderna, la actual, no existen los valores supremos y, si existen, nadie está dispuesto a sacrificarse por ellos (o solo ciertas minorías).

¿Por qué ahora no hay moral? Sí que la hay, solo que es una moral utilitarista, que únicamente sirve al placer, a la búsqueda del máximo bienestar. En cierto modo es capitalismo aplicado a la moral: maximizar el placer (beneficio). “Si todos buscamos el placer (generar el mayor capital), todo el mundo se beneficiará, activa o pasivamente.” El máximo beneficio no es siempre lo más útil, o lo más eficiente, o lo más justo; así, el máximo placer no tiene porqué repercutir en la máxima felicidad, utilidad o justicia.


Analiza temas de candente actualidad (aborto, eutanasia, drogas, sexo, caridad) y cómo se relacionan con esta transvalorización de la moral.


La moral es solo un conjunto de normas que una sociedad adopta para favorecer las relaciones entre sus miembros y el ambiente que los rodea. ¡Qué importa si esas normas se han fijado en base a unos ideales o en base al máximo placer? Ambas formas de crear valores tienen su lado oscuro.


Los placeres son muy personales, muy dependientes, de la genética, la infancia, la educación... Sin embargo, a la hora de la verdad, están socialmente muy limitados. Quizá la seducción del placer a corto plazo nos impide ver la dictadura de la masa.

¿Somos superhombres que crean sus propios valores morales!


La moral actual va más allá del individuo, es una moral donde todo está justificado si con ello se obtiene placer, una moral que rechaza el sacrificio, el deber, que no cree en las prohibiciones, sino en las recomendaciones, en la higiene y la salud.

En el inicio del individualismo, el hombre era lo más importante y cada uno debía luchar y sacrificarse por mejorarse así mismo y la raza humana, acorde a unos principios humanistas o éticos.
Ahora ya no se cree en esos principios clásicos humanistas de conocimiento, caridad, sacrificio...
Ahora todo es más light, ahora no se redactan pecados, leyes o prohibiciones en base a esos principios, ahora todo se justifica con la reducción del gasto público, una vida más saludable, más higiénica, más cómoda, más útil, más segura... Los Estados se han dado cuenta de que esta técnica es más eficaz que no las leyes prohibitivas, los grandes castigos...

Y, así mirado, no parece un asunto tan malo, de un plumazo nos hemos librado de la posibilidad de una dictadura, mientras la sugestión siga funcionando mejor que el castigo y la prohibición... Los radicalismos e integrismos siguen existiendo y agitan la sociedad, pero es una agitación superficial que no altera el orden despreocupado, cómodo, pasivo...


¿Y la libertad? Ese objetivo se ha perdido arropado por la voluntad de masas. Se ha pasado de los ideales de “liberté, igualité y fraternité”, a una vuelta a valores más conservadores, eso sí, eliminando todo posible elemento de sufrimiento (Matrimonio sí, pero solo mientras dure el amor; Suicidio no, pero eutanasia y aborto sí; Trabajo duro, siempre que sea algo que nos guste;...)


Son muchos los autores que achacan la inexistencia de cohesión social, que ya no hay grandes movimientos, revoluciones... La búsqueda de placer es la vacuna. No, no existen ideales, hoy, más que nunca, no existe la esfera ideal de la que hablaba Platón. Solo existe lo inmediato, y se percibe en la forma de vivir, en la rapidez, en las nuevas enfermedades: estrés, ansiedad, anorexia, en el cine, el arte... Hemos dejado atrás la histeria del sentimiento de culpa.


Vivimos en un estado de bienestar, pero es solo eso, no hay felicidad, ni sueños... solo un extraño vacío inquieto.
 

 

miércoles, 9 de julio de 2008

Permacultura

Una mezcla de reciclaje, bricolaje, agricultura de autoabastecimiento, ingeniería y ecología.

La agricultura actual está concebida para maximizar los beneficios económicos, en lugar de maximizar el rendimiento de la producción y el objetivo último (alimentar a la población).

El permacultivo pretende acabar, en la medida de lo posible, con los intermediarios que, en el fondo, son los que mantienen esa estructura de máximos beneficios económicos. Cultivar lo más cerca posible de los lugares de consumo (las ciudades), cultivar en casa, aunque sea en maceta, en jardines, en parques, en cunetas... cualquier sitio puede ser apropiado para un determinado cultivo. En oposición a las grandes extensiones de monocultivo (cereales, soja, patata), donde el hombre se ve obligado a utilizar pesticidas y otras técnicas para acabar con las plagas, proponen un tipo de huerto muy curioso, que se autogestiona gracias a su propia complejidad (“equilibrio dinámico”, lo llaman). Gran variedad de plantas, todas juntas, en aparente caos, de forma que unas actúan como defensoras de otras, y con alimentos durante todo el año, porque cada planta lleva su propio ciclo de floración. Por supuesto, los animales domésticos pueden campar a sus anchas por este vergel, para cumplir con sus funciones naturales: comer gusanos, frutos podridos, escarbar...

Además, no menosprecian truquillos tipo bricomanía, para crear sus propios insecticidas naturales, o cualquier técnica que una el reciclaje y el conocimiento de la Naturaleza, para sacar el máximo rendimiento sin dañar el medio ambiente. Y siempre con la intención de reducir el trabajo. ¡Vaya pedazo de idea! ¡Vamos todos a permacultivar! Y que hagan huelga los de los camiones si quieren.