viernes, 2 de junio de 2017

Miedo y asco en las redes sociales

Hay gente que tiene miedo del facebook, el twitter, internet... De esos medios que democratizan la sociedad, que fluyen en horizontal y no en vertical?
Por eso Belén Esteban es tan importante... cuando lo podría ser cualquier vecina de tu localidad. Por eso el Madrid y el Barça tienen tantos seguidores, cuando el equipo de tu barrio puede ser tanto o incluso más divertido.

Y tienen motivo para ser recelosos: las redes sociales y el internet resultan adictivos, impiden centrar la atención, se pierde el tiempo rellenando formularios, buscando ofertas, información relevante, tratando de entender... Al final, a uno le queda la sensación  de ser un títere que va de aquí para allá, a merced de no sabe muy bien quién o qué.

Hay otra gente que no tenemos miedo. Pero sentimos que las esperanzas de cambio, de participación y justicia, que brindaban las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, se han visto cercenadas: que la web no es tan participativa, que los grupos de poder no han desaparecido sino que han incrementado su presencia en nuestra cultura.

Los grandes organismos y los grandes medios han inundado la web 2.0 con sus contenidos. Y, claro que sigue quedando espacio para el underground: que otra vez ha quedado oculto bajo lo masivo y estridente, bajo la sospecha de la inseguridad informática, el spam, terrorismo...

Los temerosos, lo son de perder su privacidad, que las fotos y contenidos que publican puedan volverse en su contra, o en la contra de los seres que aman, que les tomen por tontos, pedantes, que roben sus derechos de autor...
Y la vida virtual no deja de ser como la vida real: -Si quieres que algo no se sepa no lo publiques, no hables de ello... - Si quieres que algo se sepa: Hazlo público! Háblalo! No seas ñoño, no esperes que nadie venga con la cucharilla a rascar tus sabrosos contenidos. -¡Ahórrate el psicólogo o el cura! ¡Cuéntaselo a la red social!- Todos estamos solos! -¡Ahórrate el bote de pintura y escríbelo en el muro del ayuntamiento de tu localidad...
-¿Quién sabe? Quizá alguien conecte con tus preocupaciones, intereses... Aunque, lo más probable, es que sean considerados irrelevantes (como en la vida real). Belén Esteban solo puede haber una, es suficiente.

También hay acosadores e impertinentes. Las patologías se proyectan en las redes sociales:
"un idiota que se da mucha importancia
un baboso que no mide las distancias"
Son los mismos problemas que siempre hemos tenido cuando nos relacionamos con otros. Con el añadido de que ahora tenemos dudas técnicas, dudas sobre el alcance, la duración en el tiempo, dudas legales...

Las redes sociales son propiedad de grandes empresas que lo único que quieren es ganar dinero. Y, bien mirado, esa es la tónica general en nuestra vida: aseguradoras, bancos, compañías energéticas...
El cómo se gana el dinero es siempre contingente: depende de la oferta y la demanda, de gustos, tendencias, recelos... Lo que ayer era lícito puede no serlo mañana. Lo que estaba bien puede que otro día esté mal... la inestabilidad e incertidumbre es la que asusta...
¿Por qué renunciar a estos servicios (comunicarse y relacionarse con los demás) a cambio de que una empresa americana utilice tus datos para diseñar sus estrategias de mercado? ¿Por qué arriesgarse a amar si el desengaño produce un gran dolor?

Las compañías se han convertido en mediadoras en nuestras interacciones: entre los contenidos que publicamos y los usuarios a los que llega, entre el producto de nuestro trabajo y los bienes que adquirimos. Y es una mediación con intereses mercantilistas, para crear un mundo donde al usuario se le ofrezcan los productos que desea, antes incluso de que él sepa que los desea, un mundo donde fluye el capital...
Organizan los contenidos para que sean útiles a sus intereses y los de sus patrocinadores: en líneas de tiempo, tags que tematizan y organizan la información. Y, ciertamente, resulta también útil y atractivo a los usuarios... Existe esa codependencia: los grupos de poder invierten porque los usuarios se sienten atraídos por esa red y, a su vez, los grupos de poder se sienten atraídos por estas redes que concentran enormes masas de personas. Pero el control final lo tienen las compañías y, solo en la medida en que obtienen un beneficio, ofrecen el servicio. Solo en la medida en que tus intereses no confronten con los de los grupos de poder, tienes cabida en sus redes sociales. Solo en la medida en que te acomodes a su funcionamiento, tu actividad tendrá éxito.




En cierto modo, me molestaba 
su rígida estructura
y la línea de tiempo,
lo efímero de las publicaciones.
-Vale... que sí, que dejaban rastro.
Pero al abrir...
siempre me aparecía lo último.
Yo, solo quería ver las notificaciones,
esos avisos chillones en color rojo.
Pero la sensación de frescura me atrapaba...
y continuaba... 
Scroll down
Scroll down
Down en el mismo instante de tiempo.
Hasta la saciedad:
de publicidad,
de los que quieren que me interese por su proyecto,
impersonal,
de la difusión de pensamiento único,
de sentirme un medio, 
una estadística.
Yo, que amo lo personal, la felicidad.
Y también la libertad y diversidad:
de opiniones, ideas, relaciones...
Estúpidamente esclavo,
de la pose y la dejadez.
Sacrificando el deber
en el altar del malestar,
del porno y la red social.


jueves, 20 de abril de 2017

El mito del nacimiento de Laia, la arquera

Sophia ya tenía casi 4 años. Recordaba haber escrito un relato/crónica de su nacimiento. Un relato sangriento. Fue impactante que aquel período cálido y suave de nueve meses finalizara con tanta violencia, en una fría sala de hospital.
Nunca simpaticé con médicos y hospitales: con su ciencia de la enfermedad, sus técnicas de cortar y recomponer...

Pero, esta vez, las cosas fueron mucho más fluidas. Y fue gracias a Ellas:
Laia era la segunda; Sophia ya había atravesado el canal del parto; Laia era más pequeñita, llevaba meses cabeza abajo, preparada para salir, en la fecha prevista. "Ella" era fuerte, decidida y llena de energía.

Las "contradicciones" comenzaron rápidas y continuas, a las 9 de la mañana. A las 10:30 ya estábamos en urgencias del hospital. Era un sábado de Semana Santa, la ciudad estaba vacía (una ciudad de interior, de clima caluroso y seco).

Una bata blanca, con tono irónico y jocoso, nos hace esperar. Pide informes, análisis, consentimientos... Ella va a vomitar al baño... Finalmente, nos hace pasar a otra sala, donde una bata verde la invita a subir a una de esas sillas con extensiones metálicas para apoyar las piernas... Confirma lo que ya era obvio: -Está de parto!-
Vías, anestesias, botes de suero... Batas de diferentes colores pasan relajadas a nuestro alrededor.
Aquí todo el mundo tiene su mini-función, como en una gran cadena de producción.

Al rato llega la doctora, es amiga, la conocemos del pueblo, eso hace todo más fácil.
Nos llevan al quirófano. Un chaval joven y simpático conduce la camilla.
Dentro encienden un gran foco que apunta justo a la entrepierna de Ella. En dos o tres contracciones Laia asoma la cabeza. El cordón viene enrollado al cuello, así que la doctora lo corta. Un empujón más y... Ya está! Laia de cuerpo entero ¡Alumbrada! Por el gran foco del quirófano. La dejan encima de Ella. Envuelta en fluidos viscosos. Se mueve, tiene todo en orden. Por fin nos relajamos, reímos... la llevan para limpiarla y abrigarla, rompe a llorar... -¡Qué llanto tan hermoso! - ¡Qué sana está!

La magia de la vida: un cuerpo que sale de otro cuerpo. Del cuerpo de Ella aún seguían saliendo: el cordón, la placenta, fluidos, sangre... La fábrica de bebés se desmantelaba.

En la sala estábamos eufóricos. Por fin Laia, la arquera, había dejado volar su flecha de risas y llantos hasta nuestros corazones frenéticos. La magia se había completado, con gran alborozo y pirotecnia.

En la puerta esperaba mi hermana, habíamos ocupado su casa durante dos semanas para estar cerca del hospital.
Las abuelas reían ilusionadas, como un niño con su juguete nuevo...

Pirotecnia de flores de Lampranthus, en el jardín Botánio, el de la estatua metálica.

domingo, 26 de marzo de 2017

El Castillo-Fortaleza y las invasiones alienígenas

Desde que instalaran la iluminación en la Fortaleza no paraba de imaginar invasiones alienígenas. La reposición de Expediente-X en Netflix no hacían sino acrecentar mi paranoia. Me resultaba difícil apartar la mirada de la ventana que daba al Castillo -Lo repetían y lo intuía: la verdad está ahí fuera.


Habían transcurrido varios años desde que anunciaran con pompa y boato reformas en la olvidada fortaleza: apuntalaron algunos de los muros, añadieron rejas, puertas y barandillas para hacerlo más "seguro"; Cortaron árboles y matorral del interior; adecentaron el camino para que accedieran los turismos; y, como guinda del pastel ¡La iluminación nocturna!

El origen del Castillo era incierto, violento -como cualquier muro que separa unas personas de otras-. Rodeado del misticismo de la nobleza: esclavos del poder que someten a las clases trabajadoras para entretenerse en sus juegos de guerra, acumulación de capital y estrategia.

En los últimos meses, había observado sutiles cambios en la luz que se proyectaba sobre la base de la colosal construcción. Al inicio del encendido: el verde macilento iba dando paso a un estridente amarillo, que incidía a bocajarro sobre la piedra desnuda.
-Juraría que la luz había sido siempre blanca... o amarilla.
-Lo que es claro es que algo oscuro y maligno se está gestando!
Y no era solo yo, la Fortaleza dominaba un vasto territorio y presidía todos los hogares de la localidad. Algunos vecinos me habían comunicado, medio en broma, su misma extraña y angustiosa sensación.

Estaba convencido de que aquellos focos, disparando su ridícula luz en la base de los muros, alimentaban la violencia que estos contenían.
Los diferentes gobiernos habían ido instalando antenas, tendido eléctrico y aparatos de generación a su alrededor. Nunca hubo tanta energía concentrada en ese punto... -¿Nunca?-

En mi juventud me encantaba subir con la bici hasta allí. El camino estaba muy erosionado, no solía haber nadie ¡Y las vistas eran todo un espectáculo! Hasta el Pico Villuercas el paisaje era atravesado por terrenos anegados por grandes embalses, dehesas, llanuras deforestadas, monte mediterráneo -y también plantaciones de pino y eucalipto-, centrales nucleares abandonadas, líneas de alta tensión...
En aquel entonces en el Castillo no había puerta, sólo unas piedras sueltas entorpecían el paso. -Ya que he subido tendré que entrar- Pero, una vez dentro, la angustia se apoderaba de mí... Aquellos muros habían presenciado actos horribles, sangrientos... Y todo había quedado enterrado entre rocas y piedras, aletargado, esperando una oportunidad, esperando la chispa adecuada...

sábado, 4 de marzo de 2017

Batallitas del Maresme y la ciudad condal

Una adolescente se sentó frente a mí, en uno de esos asientos para cuatro personas del tren de cercanías, dos frente a dos. El tren estaba lleno de adolescentes, sería la hora de salida del insti, o la uni...  Mi adolescente era guapa, con una cara fina y angulosa. Tenía todas las extensiones electrónicas que se pueden desear: móvil con pantalla táctil de 6", ipod, cascos, portátil (customizado con pegatina de Harley-Davidson). Tenía la piel clara, lisa y un leve bigotillo. Cuanto más la miraba, más andrógina resultaba. Empecé a examinar al resto de adolescentes del vagón... Todos me aparecían ambiguos. La mía era el más guapo, se la veía de familia "bien". - Seguro que va a Cabrils...-.
Los suburbios de Barcelona iban quedando atrás, el mar estaba agitado, revuelto, el cielo se llenaba de nubes negras que amenazaban tormenta. El invierno tocaba a su fin y las flores se hacían fuertes entre los grises de las estructuras ferroviarias.
Los pasajeros estaban concentrados en sus pantallas, escribían apresurados en el terminal, con la cara iluminada por una luz macilenta. De cuando en cuando dejaban escapar una sonrisa, o una mueca.
Me asaltaron recuerdos de mi propia adolescencia... de esa ambigüedad... de ese estar besando, borracho y drogada, no se sabe muy bien a qué.

De vez en cuando vamos unas semanas al Maresme. La familia de mi mujer vive en Mataró y aprovechamos: ella y las niñas para pasar un tiempo vacacional juntas y, yo, para ir a la oficina a currar. Está bien tener esa experiencia, compartir las batallitas con los compis, no ser sólo un recurso remoto. Las niñas lo pasan genial, maravilladas por las luces, parques, comercios y restaurantes de la ciudad.
A mí, me gustan los peregrinajes diarios en cercanías o autobús a Barcelona: los rostros de resignación y sueño por la mañana, la liberación y el cansancio de la tarde... Al tercer día ya estoy totalmente integrado, mimetizado... y sólo quiero volver al pueblo, huir de aquello: de las autopistas, los coches, el ruido, la contaminación y el trabajo adicional, gratuito (que te cae sólo por estar frente a frente con los compañeros).



miércoles, 8 de febrero de 2017

Fotografía, movimiento y entendimiento

-No hay banda, no hay orquesta.
-¡Pero oímos los trombones y clarinetes!


- Está grabado. Es una ilusión. Una impresión, un recuerdo, sueño...


Como en la imagen: "Imaginamos" que el agua está en movimiento, que los chorros impactan en las mansas aguas del pilón... ¡Y saltan chispas! transparentes y frías.
Pero no hay movimiento, está congelado en un puñado de bits.

Pila bautismal en la fuente de la plaza de Santa María - Guadalupe - Cáceres - Extremadura

Si preguntas, si debates, todos entendemos que el agua se mueve, porque nuestra experiencia así lo corrobora.
Las maravillas del intelecto, que nos permite comunicarnos, compartir ideas, conceptos... Como si estuvieran en una gran mente común. Como si todos estuviéramos revestidos por la misma piel... Y es que tenemos los mismos sentidos ¿cierto? Como los monos, los mamíferos, vertebrados, ¿los insectos? ¿equinodermos? ¿plantas?
La imagen es sólo eso. El movimiento y la lógica los pone el entendimiento. El entendimiento es estimulado por los sentidos, el deseo...

"El «temple» consiste en acomodar el movimiento de los engaños a la velocidad del toro, a lo largo de toda la embestida."
Ajustar el tiempo al del toro. Parar el tiempo... Cruel y efímero invento: el tiempo, sigue su curso. Nosotros percibimos la aceleración, la velocidad.

Y uno puede poner en duda que Dios, o la gran mente común, existan. Pero nadie cuestiona el tiempo,
esa dimensión vacía
que vamos llenando de hechos
diciendo que unos preceden a otros...

viernes, 3 de febrero de 2017

Superfreaky memories y Canciones de amor y droga

En 2003 Albert Pla publica "Cançons d'amor i droga". Un homenaje póstumo al poeta, compositor y pintor Pepe Sales.
Tras una vida breve y tortuosa, Pepe Sales muere de sida a los 39 años (en 1994). Pero, antes de morir, dejó escritos unos 50 temas (bastante bestias por cierto) que fueron musicados por Albert Pla en catalán -y también algunos en castellano-.
Uno de esos temas es "Moro, moro" (en català) o "Nueva York" (en su traducción al castellano). Esta canción, bien podía relatar los últimos momentos de vida de Pepe Sales...

De Nueva York es originaria la banda "Luna", que se disolvió en 2005. Su canción "Superfreaky memories" (lanzada en 1999) , tan desconcertante como puedan serlo las de Albert Pla, es la base musical para la letra de "Moro, moro" o "Nueva York".

Well they're swapping pharmaceuticals in Mussolini Park
And they're wigglin' and wobbilin' and dozin' in the dark
And it's winter in New Jersey and it's Christmas in New York
With a giggle and a stare and a bottle and a cork
And Kristina took your photo with a needle and a spoon
But she said we got to hurry, cos her dad will be home soon
And these superfreaky memories have put me in my place
But then my superfreaky memories are gone without a trace


La verdad que ahora, con Spotify, se pierde bastante la localización de las bandas, puedes escuchar músicas de todas las partes del mundo...
Yo era, y soy, súper fan de Albert Pla, conozco todos sus temas. Quizá ya no lo escucho tan insistentemente como en mi juventud, pero lo sigo, y me gusta prácticamente todo lo que hace.
Por casualidad, un día, escuchando alguna lista de algún desconocido -o de las que genera Spotify-, comenzó a sonar "Superfreaky memories". Como estaba escuchando de fondo y no soy muy bueno con el inglés (tampoco con el catalán), en mi subsconsciente creía que la canción sonaba en "polaco"... todavía la sigo escuchando y me viene a la cabeza la que para mí es la original:

La teràpia de l'aigua
fa que suï sidral
i elimini toxines
amb lo cares que van
i babejo i babejo i babejo
i babejo i trec baba pel cap
i és la fi del martiri
i és la fi del deliri
és la cura a l'exili
què hem de fer a Budapest 


Y no es que me parezca mal que la gente use las creaciones de otro para las suyas propias. Tampoco me parece justo que haya que estar pagando continuamente a gente por el trabajo que hizo hace un montón de años, cuando la mayoría cobramos por trabajo hecho (y, a lo más, nos quedan 2 años de paro). Ni que haya que estar poniendo continuamente notas diciendo de dónde es este trozo y este otro (que al final hacen casi imposible centrarse en lo que uno está escuchando, viendo, leyendo...) Pero sí que reconozco que es muy útil cuando quieres profundizar, conocer las fuentes y, por ejemplo, seguir escuchando canciones esa la línea musical...

miércoles, 1 de febrero de 2017

Contamíname: obituario prematuro de una dehesa en los suburbios del capital

- En la película de animación "Nausicaä del Valle del Viento" los océanos son venenosos y gran parte del mundo emergido está cubierto por la "Jungla tóxica" o "Mar de putrefacción".
En el mundo real, al norte del Pacífico, creamos la "Isla de basura": un vertedero oceánico con millones de toneladas de residuos de plástico, concentrados en el vórtice de las diferentes revoluciones industriales y tecnológicas.
Más modestamente, desde los pueblos y ciudades, también contribuimos al desarrollo de este planeta basura y damos alas a nuestra particular distopía.


Así que, alguien tuvo la genial idea de realizar esta curiosa intervención en el paisaje:


Seguramente para llamar la atención sobre lo degradada que se encuentra nuestra dehesa, especialmente en las proximidades del pueblo. Y dejó el peluche reposando bajo la anciana. La basura salpicaba de estrambóticos colores el verde de la hierva. En los cardos secos ondeaban jirones de plástico, descastados por el sol.



Al entrar en una residencia de ancianos... es difícil no conmoverse. Algo similar ocurre al pasear por una dehesa de encinas centenarias... Nos asaltan preguntas sobre el pasado, e interrogantes sobre el futuro, que nos llevan a cuestionar el presente.

-¡Pero vivimos en la sociedad de las prisas, el ego, la individuación, la meritocracia y el capital. Donde lo viejo no encuentra su hueco...
- ¡Lo mejor es tener un buen plan de pensiones! Porque sin pasta, ni fuerza de trabajo, no vales nada y corres el riesgo de quedar enterrado en el mar de la marginalidad. - Otra amenaza de los Estados para someter la población a las leyes del mercado (de trabajo).


Y, esta dehesa (como muchas otras), se ha convertido en un geriátrico donde se dejan morir las encinas.
Cuando topamos con ellas nos producen gran admiración, nos impresionan sus retorcidas formas. En verano buscamos su compañía, su sombra. Pero ya las damos por muertas... estando vivas en ese lugar donde no estorban, en barbecho, hasta que llegue la hora de incinerar su tronco hueco.

-Lo importante es prosperar, el progreso, la modernización: pasar del sector primario al secundario, terciario... De la agricultura tradicional al alto rendimiento de las explotaciones intensivas. De los usos tradicionales a otras cosas, que atraigan el capital y permitan su acumulación. De un entorno agradable y sostenible, a su acotamiento en reservas, parques temáticos, deporte al aire libre y experiencias naturales o místicas... De un buen vivir todos juntos, a un: - Lo mejor para los que hacen más mérito.
Ese elitismo, esa falta de consideración hacia el futuro y desprecio del pasado, son más que compatibles con la diferenciación en clases sociales y su opresión, con acumular la mierda en rinconcitos, aparcar los abuelos en residencias, o desahuciar poblaciones en lejanas guerras.

A mí me gusta pasear por esta dehesa de mierda, hay basura de hace más de 100 años... Puedes observar en riguroso directo el concepto de biodegradable: notar que el cadáver de una oveja que viste el año anterior ya no existe, echar de menos alguna encina. Y, sin embargo, vuelves a ver los mismos neumáticos, cristales, retales de uralita...


Sabes que costó mucho esfuerzo conjunto configurar un paisaje así: limpio de monte, con un arbolado maduro y claro. También has visto zonas donde todo el arbolado se ha dejado morir y, ahora, conforman extensas estepas, jarales, pastizales...

- La lógica del progreso y el capital nos dice que hay que estar continuamente haciendo cosas (cosas que generen dinero o lo consuman), que hay que especializarse (en bosque o tierra de cultivo, ganadero o agricultor, ciencias o letras...) y externalizar cualquier actividad cotidiana (cocinar, cultivar, limpiar, reparar, cuidar de tus seres queridos...) - ¡Divide y vencerás! - La vida concebida como una lucha, contra la naturaleza, contra nosotros mismos...

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- Ya no hay reposo para el guerrero.

- No puedo solucionar los problemas del mundo, intentaré no agravarlos... Estoy cansado... No puedo seguir currelando... Antes de que me maten prefiero morirme yo...

...Cavilaba el oso a la sombra de la encina. Parado, sin trabajo, dedicado a la más pura contemplación, dejando escapar la oportunidad de negocio, perdiendo dinero, mientras se tocaba la ausencia de sexo, en busca de un placer arrebatado.


Y orgulloso de haber dado con la causa de los males que atenazan el mundo, en su cabeza resonaba una alegre canción:

Cuéntame el cuento
del árbol frágil de los desiertos,
de las mezquitas de tus abuelos.
Dame los ritmos de las darbukas
y los secretos que hay en los libros que yo no leo.

Contamíname,
pero no con el humo que asfixia el aire.
Ven,
pero sí con tus ojos y con tus bailes.
Ven,
pero no con la rabia y los malos sueños.
Ven,
pero sí con los labios que anuncian besos.

Contamíname, mézclate conmigo,
que bajo mi rama tendrás abrigo



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Meses más tarde, deambulábamos por los suburbios y volvimos a encontrarlo... Estaba muy mal: El rastro de fibras sintéticas anunciaba que perdió el brazo; las marcas de pinchazos cubrían todo el cuerpo. -¡Se dejaba morir! -¡Maldita lacra!-
Nos asaltó su recuerdo: exhausto, tras la resaca de año nuevo, mientras resolvía los problemas del mundo entero.